Es mucho más que una escuela. Su objetivo es la transformación educativa pero también social y por eso su principio básico no es solo la educación. Es también la inclusión, la igualdad y el diálogo. Esta es la definición de lo que se conoce como comunidad de aprendizaje, un modelo educativo que va más allá de las paredes del centro escolar y que se desarrolla en el Colegio Rural Agrupado Sierra de San Pedro, integrado por Membrío, Salorino y Herreruela, tres municipios de la provincia de Cáceres que apenas suman entre todos 1.600 habitantes.

Son poblaciones pequeñas y rurales pero sus colegios hacen cosas grandes y dignas de ser observadas y de replicar en otros centros educativos. Y por eso se apuntaron al programa Muévete, para enseñar a otros docentes extremeños cómo trabajan ellos y sus buenas prácticas. «Nos marcamos como finalidad dar visibilidad a nuestro centro y a las actuaciones de éxito educativo que, avaladas por la comunidad científica internacional, llevábamos a cabo en él», cuenta el director de este colegio rural, Juan Carlos Pérez. Grupos interactivos (una forma de organización del aula que mejora el aprendizaje y la convivencia), tertulias literarias dialógicas que potencian el acercamiento entre alumnos sin distinciones, formación y participación de las familias y del entorno en las clases... son algunas de las actuaciones que se aplican en las comunidades de aprendizaje.

«A nosotros nos ayuda a mejorar el ser observados por compañeros y compañeras de otros centros; así entendemos el proceso de enseñanza-aprendizaje, como un intercambio de conocimientos, de estrategias, de metodologías, de formas distintas de organizar las clases, de actividades y tareas,... al fin y al cabo, buscamos entre todos -alumnado, docentes, familias y personas del entorno- el mejor colegio para nuestros niños y nuestras niñas», destaca Pérez.