La diferencia es más o menos notable dependiendo de si hay campañas agrícolas, que dan más empleo masculino; o si son de comercio u hostelería, que favorecen el femenino, pero generalmente el desequilibrio por sexos es enorme en la comunidad. Además, hay una alta concentración de precariedad en sectores como el comercio y los cuidados, donde la mano de obra es habitualmente de trabajadoras», manifiesta Ricardo Salaya, secretario de Formación y Empleo de UGT Extremadura. Hace este análisis para poner el foco en uno de los principales problemas que tiene el mercado laboral regional: la brecha de género, no solo en los salarios, sino en la dificultad para las mujeres de encontrar un trabajo, o de hacerlo fuera de la economía sumergida. La realidad que describe Salaya la avalan los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, que reflejan que la tasa de paro en el sector femenino, que supera el 30%, ya duplica al que se registra en el masculino, que es del 16,4%.

En resumen: mientras que en los hombres la curva ha ido cayendo en los últimos cinco años para reducirse a la mitad el desempleo, en las mujeres esa bajada ha sido mucho más tenue.

Es esta una de la principales heridas que destacan desde UGT con motivo del Primero de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores; la otra es los bajos sueldos. Un informe de Infojobs revela que el salario bruto medio regional es de 22.477 euros y que no es el más reducido del país; esa es una cifra, la otra es que más de 260.000 extremeños ganan menos de 900 euros al mes.

Ana Isabel González, secretaría de Formación, Participación y Movimientos Sociales de CCOO Extremadura, recuerda, de nuevo, que la precariedad existente es consecuencia de la reforma laboral: «El tipo de contrataciones, la ruptura en los equilibros de los convenios colectivos, el abaratamiento del despido... Un puesto de trabajo fijo ahora ya no funciona como tal, sino que se divide en tres parciales, de manera que no existe estabilidad alguna».

González destaca que sí hay más dinamismo en la región, «por el crecimiento económico de los últimos años, que crea necesidad de contratación». El problema sigue siendo la calidad: «Un alto porcentaje de contratos es de menos de una semana. Uno de cada tres indefinidos no alcanzan el año de duración. Y la mitad de estos indefinidos no llega a los dos años».

EN LOS TRIBUNALES / Considera pues que el acuerdo de subir el salario mínimo es una manera de paliar las consecuencias de esa reforma laboral que, insisten los sindicatos, se debe derogar y dejar de poner parches temporales. Remata González: «El fondo empresarial ha tenido un importante incremento de sus beneficios empresariales y la riqueza acumula se debe repartir».

Habría que recordar que el aumento del sueldo por ley ha provocado un conflico en Extremadura en el convenio del campo. «Está siendo muy complicado y lo mismo termina en los tribunales», asegura Ricardo Salaya.