La campaña de extracción del corcho contará este año con mejoras en la tecnología de descorche, equipos más ligeros y de manejo más sencillo que fueron presentados ayer en una jornada del sector organizada por Asaja Extremadura en Cáceres. Se trata de una máquina desarrollada por la empresa Coveless que ve reducido el peso de la herramienta de descorche hasta los 2,5 kilos y los 3 kilos de la batería que va a la espalda, lo que permite hacer cortes en altura más elevados.

Unas 20 unidades de este sexto prototipo, en el que se lleva trabajando desde 2010, se utilizaron en la pasada campaña en Portugal y este año saldrá de forma comercial. Según explicó la responsable de I+D de Coveless, María Collado, al no requerir hacha, no precisa de especialización cualificada, por lo que «cualquiera puede hacer el rayado del árbol sin dañar la capa madre», ya que dispone de un control de profundidad automático que impide tocarla. En este sentido, el técnico del Instituto del Corcho (integrado en el organismo público Cicytex), Ramón Santiago, apuntó que ello permite aprender el manejo de manera más fácil y podría incluso alargar la campaña de descorche, permitiendo hacer varias tareas fuera de la época tradicional.

MEJORA NOTABLE / Así, señaló que la máquina va sin sensor de referencia, una «mejora notable» solicitada por el sector desde hace años, que elimina cables que entorpecen el trabajo; mientras que la reducción del peso permite que se pueda utilizar con una sola mano, lo que facilita la labor y mejora las condiciones de seguridad. Alrededor de 1.200 sacadores habrá en la región durante esta campaña del corcho, que legalmente comienza el 15 de mayo y dura hasta mitad de agosto, siendo el periodo más productivo de junio a julio.

En total, se llegará a 80.000 jornales de descorche, aunque sumando el trabajo previo, de técnicos y gestores, da el resultado de nueve jornales por tonelada, 200.000 en total en el campo extremeño, explicó Santiago. La cantidad de producción estimada para este año en Extremadura es de 23.000 toneladas de corcho, mientras que en España está en 63.000-65.000 toneladas, una campaña «media» que sube respecto al pasado año, cuando se descorcharon unas 18.000 toneladas de este producto en la región, más de 45.000 en el país.

Este ha sido un año seco meteorológicamente por lo que a su juicio, será una campaña previsiblemente más corta. Respecto a la previsión de producción, recordó que ahora se pueden descorchar los árboles a los que se realizó esta operación hace nueve años. Sobre los precios, se espera que bajen respecto al año anterior, que fue anormalmente «corto en producción», ya que se trataba de árboles descorchados en 2009, al inicio de la crisis, cuando los bancos cerraron el crédito e impidieron que muchas industrias corcheras pudieran comprar el material, puesto que no podían adelantar el dinero. Así, el pasado año, por la ley de la oferta y la demanda, aumentaron los precios en un 25 por ciento en Portugal y en Extremadura un 20%.