El primer contrato para electrificar un tramo extremeño de la línea de alta velocidad que unirá la región con Madrid ya está adjudicado. La Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Comsa Instalaciones y Sistemas Industriales, Lantania y Sacyr Neopul será la encargada de realizar los trabajos para la instalación de la catenaria -la línea aérea de contacto que suministra la electricidad al tren— en los aproximadamente 125 kilómetros que unen Plasencia y la bifurcación Peñas Blancas, que está situada al norte de Mérida.

La adjudicación, que ha recibido ya el visto bueno del Consejo de Administración de Adif Alta Velocidad, se ha efectuado por un importe de 30,12 millones de euros, cerca de un 30% por debajo del presupuesto por el que fue licitado en febrero pasado este contrato (42,4 millones de euros).

El plazo de ejecución contemplado para el desarrollo de las obras es de 18 meses y estas se desarrollarán en tres subtramos. El principal de ellos es el correspondiente a la misma línea de alta velocidad (LAV), si bien también se actuará en las líneas Monfragüe-Plasencia (entre el enlace de Plasencia y la estación de esta ciudad); la Madrid-Valencia de Alcántara (entre el enlace con el tramo de la LAV y la estación de Cáceres); y en la Aljucén-Cáceres (en el enlace con la plataforma de alta velocidad del tramo Cáceres-Aldea del Cano y la estación de Cáceres).

Igualmente, en el contrato adjudicado por Adif también quedan comprendidas tareas para la electrificación de estaciones, puestos de adelantamiento y estacionamiento de trenes, puesto de bloqueo y zonas singulares, además de los sistemas de calefacción de agujas, cuya misión es evitar la congelación de los cambios de vía.