El paro, un empleo cada vez más precario o simplemente dificultades para llegar a fin de mes. Aunque la situación económica mejora, cada vez son más las familias que no pueden hacer frente al pago de su alquiler. Así se desprende del último estudio del Fichero de Inquilinos Morosos (FIM) sobre los impagos en los arrendamientos urbanos. La estadística refleja que los extremeños con retrasos en el pago del alquiler no han parado de crecer desde el año 2007 y solo en el último ejercicio se han incrementado en un 1,82%. El estudio del FIM, relativo al 2018, cifra en 3.427,34 euros la deuda media por inquilino moroso en Extremadura. Teniendo en cuenta que el importe medio del alquiler se sitúa en la región en el entorno de los 445 euros, los retrasos acumulados alcanzan casi los ocho meses. Por provincias, la deuda es similar: 3.579,73 euros en Badajoz y 3.253,95 en Cáceres, pero mientras que en la primera los inquilinos morosos suben un 3,73%, en la segunda se reducen un 0,9%.