Un héroe sin capa, sin el reconocimiento que debiera y sin la difusión que merecía, y merece. Ese fue Fernando de Bustamante, el extremeño que hace 500 años participó en la primera vuelta al mundo capitaneada por Magallanes y Elcano; el único de la región en aventurarse a la travesía. De Bustamante nació en Alcántara, municipio de Cáceres, y residió desde muy joven en Mérida. Circunvaló el globo terráqueo como barbero, que por aquel entonces era lo más parecido a la profesión que en hoy día sería la de un ATS, según cuenta Belén Bañas, profesora de Antropología en la Universidad de Extremadura, que conoce muy bien el viaje y aún mejor a este aventurero cacereño. De dicha expedición partieron entre 239 y 243 hombres, ya que nunca se supo con exactitud, afirma la antropóloga. «Una cosa es lo que la Casa de la Contratación registró en Sevilla, la encargada de los tripulantes que se subían a los barcos, y otra son los polizones que a media noche se subieron a las embarcaciones», aclara.

Además De Bustamante no solo fue un superviviente de la aventura, sino que jugó un papel sumamente importante que nada tiene que ver con el de sanitario. Actualmente se conoce que fue el descubridor del estrecho de Magallanes, aunque el nombre se lo dieron al capitán. «Tanto De Bustamante como Acacio, un compañero, cobraron en Sevilla 2.259 maravedíes por su hallazgo, el Pacífico», apunta. Una curiosidad sobre el personaje es que en los documentos existe una controversia sobre su nombre. En algunas ocasiones aparece como Hernando, con ‘h’, y en otras como Fernando, con ‘f’, aunque la profesora asegura que ella misma ha podido observar que el barbero firmaba con ‘f’ y en los archivos no hay lugar a dudas. No obstante, debido a los cambios de grafías de la época resulta usual que, indistintamente, se le conozca por ambos nombres. Otra singularidad es que en Mérida existe una calle llamada Capitán Hernando de Bustamante, aunque la investigadora no ha podido confirmar si se trata de este personaje.

Sin embargo, lo que, sin duda, llama más la atención a Bañas de esta figura histórica es que fue un adelantado a su época. Escribía y leía perfectamente. «He podido descubrir que fue muy inteligente y despierto. Sale de todos los momentos difíciles, no enferma y consigue hacerse rico en poco tiempo. En la segunda expedición ya va como tesorero y aporta dinero. Me sorprende su espíritu aventurero e inconformista», argumenta. Aunque el aveturero falleció en 1533, «joven para la salud que tenía», le envenenaron con 39 años de camino al estrecho de Malaca, algo que a la profesora le intriga. «Está confirmado el fallecimiento por un cronista griego, que acompañaba a De Bustamante durante el asesinato, pero aún se desconoce el porqué», sostiene. Un enigma que Bañas quiere resolver.

La antropóloga considera que en la aventura fue decisiva. «La expedición fue muy importante por comprobar que la tierra era redonda, como ya se sabe, pero también por conocer el género humano. En esa época se creía que había hombres de un solo ojo, de grandes orejas que con una se arropaban y sobre la otra se acostaban y gracias a la gesta se pudo saber que todos eran iguales. Además, a partir de ese momento, empieza lo que hoy llamamos globalización», explica.

La profesora extremeña, que tiene especial fijación por De Bustamante por eso de ser de su tierra, nació en Torrejoncillo, municipio de Cáceres. Después partió a Madrid para formase como antropóloga iberoamericana en la Universidad Complutense. Más tarde fue becaria en el Plan Nacional de Investigación Científica y Técnica del Ministerio de Educación. Aunque no tardó en marcharse al sudeste asiático a realizar la tesis doctoral y Filipinas se convirtió en su hogar durante años. Allí estuvo trabajando en el Archivo Nacional.

No obstante, su primera ponencia fue en 1989 y se la dedicó a los gallegos de la primera vuelta al mundo. Una vez ya había investigado sobre una de las expediciones más importantes de todos los tiempos, empezó a interesarse por el extremeño que navegó desde Sevilla al resto del mundo. La profesora ha querido dedicarle 20 años de su vida, desde la ponencia en Galicia no ha dejado de investigar sobre la biografía del aventurero y hoy día considera que no dejará de hacerlo. De hecho, el primer texto del extremeño con la firma de Belén Bañas lo publicó la Junta de Extremadura y lo tituló: ‘La vuelta al mundo de un extremeño al servicio de Carlos V’, recuerda. Después redactó su biografía bajo el nombre ‘Fernando de Bustamante y Cáceres’ en el año 2002, que publicó la Real Academia de la Historia.

Ahora, Bañas está escribiendo un libro sobre la vida de Fernando de Bustamante y está descubriendo novedades. «La investigación no termina nunca, uno puede estar toda la vida investigando sobre el mismo tema y que después salgan cosas nuevas», añade. «Extremadura tiene una cantera muy valiosa de americanistas, entonces a este también le corresponden algunos párrafos. Se merecen un lugar en la historia que todos han escrito con sangre y sudor. Investigando encontraremos a personajes aún desconocidos», concluye.

La ruta de los 18 héroes

Entre las múltiples actividades de la efeméride, que se inician este año pero se alargan hasta el 2022, dos madrileños han puesto en marcha la ‘Ruta de los 18 héroes’. Una travesía por las localidades de la Península Ibérica de dónde proceden los 18 supervivientes de la primera vuelta al mundo para entregar una placa conmemorativa de cada uno. La idea le surgió hace, aproximadamente, dos años a Carlos Pecker, escritor, periodista, realizador de televisión y aventurero de nacimiento, y que ahora está llevando a cabo junto a un amigo, Pepe Bosmediano, informático. Lo hacen por tres motivos generales: primero es el reconocimiento de los marineros que sobrevivieron a «la gesta más importante de todos los tiempos», asegura; después, homenajear a Miguel de la Quadra Salcedo, un amigo suyo con el que embarcó en Aventura 92 y la ruta Quetzal, ya fallecido y a quien Pecker considera «su segundo padre». Por último, buscan concienciar sobre los problemas del medioambiente, que según afirma Pecker «son demasiados».

El recorrido, financiado por ellos mismos, lo iniciaron en Guetaria, municipio donde nació Juan Sebastián Elcano. Ya han caminado por nueve municipios y entregado sus correspondientes placas en Guetaria, Bermeo, Bilbao, Barakaldo, Cueyo y Concello de Baiona.su última parada fue en Sabrosa, localidad natal de Fernando de Magallanes. En total recorrerán 1.717 kilómetros en 80 días de marcha. Hoy recalan en Alcántara para entregar la placa al pueblo de Fernando de Bustamante y que así puedan recordar a este histórico héroe.