La ciudad romana de Regina, en Casas de Reina, contaba con uno de los edificios termales más grandes de la Hispania romana. Ocupaba una manzana entera de la calle principal y su extensión superaba los 3.000 metros cuadrados. Este es el último descubrimiento de los arqueólogos que trabajan en las excavaciones y que se ha dado a conocer en el XII curso Arqueología de Regina, celebrado este mes.

Al parecer, estas termas eran públicas y sus dimensiones exceden las conocidas hasta ahora en Extremadura y, posiblemente, en España. "Nos sorprende ir exhumando edificios en Regina con esta categoría. Es complicado encontrar paralelos en nuestro país, en este tipo de ciudades. Estamos muy ilusionados", ha explicado Juan José Chamizo, codirector del Curso de Arqueología.

Se han excavado dos piscinas, una de agua caliente y una segunda de mayores dimensiones, la "natatio", que podía ser tanto de agua fría como templada.

Además han aflorado dos grandes estancias que en origen tuvieron paredes decoradas con estucos y suelos recubiertos de mármol, el sistema para calefactar las estancias de la zona caliente.

Se han conservado también los sótanos donde se calentaba el agua para todo el complejo termal.

Esta edificación, que se ha excavado en una cuarta parte, en su día contó con dos áreas simétricas para separar por sexo a los usuarios de las termas.

Según ha informado el Ayuntamiento de Casas de Reina, las actas del II Concilio Hispalense del año 619 recogían las últimas referencias conocidas sobre la Regina antigua.

La ciudad, en decadencia mucho tiempo antes, acabó abandonada y olvidada bajo la tierra y, desde que en 1978 se iniciaran las excavaciones en el yacimiento, los secretos que se guardaba esa tierra se han ido desvelando "sin demasiada prisa y con demasiadas pausas".

Así, en los últimos años se ha conocido que Regina contó en su zona central con grandes templos para el culto religioso e imperial, casas, amplias calles porticadas, un gran mercado y una muralla que protegía la ciudad, además de su conocido teatro.

La importancia de la ciudad en los primeros siglos de nuestra era queda reflejada en las "destacables" dimensiones de todos los edificios excavados hasta la fecha.

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