En pleno verano, aumentan los viajes fuera de casa pero llenar el depósito ahora supone 7 euros más que hace seis meses. Según datos del Ministerio de Transición Ecológica, el combustible en Extremadura es hasta un 9,91% más caro que a principios del 2019.

El precio de la gasolina 95 ha crecido un 8,7 % este mes de julio respecto a enero. El litro cuesta 1,304 € lo que suponen 6,24 € más para llenar un depósito medio de 60 litros. Completarlo asciende a los 78,24 €.

El gasóleo A (diésel) ha subido a 1,279 € de media, un 11,2 % más que a comienzos de año, es decir, 7,74 € más para llenar el depósito, unos 76,74 € para colmarlo.

Fernando Mena, presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio de Extremadura (Aresex), explica que los precios del carburante en el verano de 2018 eran similares pero que, debido a la bajada del coste del petróleo Brent que se produjo a finales del año pasado, el importe de la gasolina disminuyó y por eso ahora se puede percibir un mayor incremento. Aunque los precios siguen la tendencia de 2018, la subida coincide con los meses donde más litros de carburante se gastan y esto puede hacer que se note con más intensidad en la economía familiar.

En concreto, en el verano de 2018 se consumieron de media, en Extremadura 70.828 toneladas, 13.000 más que en enero. De hecho agosto es el mes del año donde más combustible se vende en las gasolineras, con diferencia, y julio el segundo, de acuerdo a un recuento anual elaborado por Cores, la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos.

Por contraste, enero y febrero son los meses donde menos carburante se consume en la región pero no necesariamente coincide con unos costes más bajos, que dependen de otros factores externos.

COMPLICADO // El presidente de Aresex expresa que «el sector está complicado» pues «nos encontramos en un proceso de cambio con el coche eléctrico y las nuevas energías y el gobierno está hablando mucho del tema».

La matriculación de nuevos turismos de gasolina en Extremadura en los seis primeros meses de 2019 aumentó un 3,22% respecto a 2018 mientras que la de vehículos de gasóleo bajó un 30,33% y la de coches eléctricos, híbridos, de hidrógeno o de gas creció un 38,35%, según estadísticas elaboradas por Anfac, Faconauto y Ganvam, asociaciones de fabricantes, concesionarios y talleres del sector automovilístico.

De los 6.821 coches que se vendieron la primera mitad de este año en Extremadura, la mitad eran de gasolina, el 42% de diésel y el 8% restante eléctricos, híbridos, de gas o de hidrógeno.

La región se sitúa como la quinta comunidad autónoma donde es más caro repostar gasolina 95, por detrás de Baleares, Galicia, Castilla y León y País Vasco, y la tercera más barata para el diésel, siguiendo a Murcia y a la Comunidad Valenciana, sin contar con Canarias, que está sometida a un régimen de impuestos de carburantes distintos a la Península y Baleares.

Aunque ha subido más el precio del gasóleo A (diésel), llenar el depósito de gasolina sigue siendo más caro que con gasolina, situación que se revertía a comienzos de año.

En cuanto a la evolución del precio del carburante respecto años anteriores, a partir de 2016 se ha producido un encarecimiento. pero el coste sigue siendo menor al del año 2014.

El precio de este está relacionado con la variación de la valorización del barril de Brent, petróleo crudo cuyo precio puede variar por la demanda global que se tiene del mismo, que hace que se encarezca; por las crisis de los países productores, lo que provoca abaratamiento o por el establecimiento de precios que puede ejercer la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Pero estas variaciones afectan relativamente pues el 56,6 % del coste del carburante en España son impuestos y el 50,2 %, en el caso del gasóleo.