Otro de los cultivos que ha experimentado un gran repunte en el campo extremeño en los últimos años es la soja. Según los datos del Instituto de Estadística de Extremadura, la supreficie cultivada ha crecido un 59% en el último año, hasta las 839 hectáreas, frente a las 527 del anterior y las 314 del 2013. Aunque sigue siendo un cultivo residual respecto a otros como los frutales u hortícolas, la producción alcanza las 2.307 toneladas.

La soja es otro de los cultivos alternativos por los que han apostado los agricultores ante la crisis que sufre el ceral. No obstante, según explica el secretario general de UPA-UCE, Ignacio Huertas, en este caso la producción también crece al calor de la corriente ‘veggie’, la proliferación de alergias alimentarias y los nuevos estilos de vida que han puesto de moda este producto.