La presencia de la avispa asiática (vespa velutina) fue detectada en la región en muestreos realizados a finales del año pasado, según se ha informado desde el Ministerio para la Transición Ecológica y ha confirmado la Consejería para la Transición Ecológica y Sostenibilidad. Desde esta última se incide, no obstante, en que se trata en todos los casos de «individuos aislados, no población» y que, según los técnicos de este departamento, esta presencia «no tiene mayor repercusión de la que tendría la avispa común».

La aparición de esta especie invasora ha tenido lugar en cuatro puntos, situados todos en la provincia de Cáceres. Tres de ellos están localizados lo largo de la frontera con Portugal y uno más en la zona norte de la región.

Uno de estos ejemplares fue encontrado en las trampas que para su detección hay colocadas en Valverde del Fresno. Así sucedió también con otras en los términos municipales de Cedillo y Valencia de Alcántara.

Por último, en Ovejuela, alquería del municipio hurdano de Pinofranqueado, se capturaron otros dos ejemplares, uno de ellos una reina, si bien «eran individuos muertos y lo más probable es que vinieran pegadas a las colmenas o a los vehículos en la trashumancia de las colmenas al norte de España», detallan fuentes de la consejería. Desde ella se remarca también que hasta la fecha no se ha encontrado ningún nido de avispa asiática y que es poco probable que esta invasora tenga incidencia en un futuro en la comunidad autónoma, una vez que tiene como «hábitats prioritarios» los bosques húmedos, y el clima en Extremadura «es bastante seco».

Para detectar su presencia, se precisa desde la Junta, la región cuenta con «una Red de Alerta Temprana con 150 puntos o trampas de capturas en diversos municipios, próximos a la frontera con Portugal y a Castilla y León, que son los que tienen esos bosques más húmedos». De esta forma, esta red se extiende por el norte de la provincia de Cáceres (desde Sierra de Gata hasta La Vera). También tiene presencia en la zona del Tajo Internacional, en Villuercas-Ibores y en la comarca de la Siberia-Los Montes, «esta última no por ser bosques húmedos sino porque es donde radica el grueso del sector apícola de Extremadura y de España».

¿Y qué ocurriría si aparece un nido? El protocolo de actuación previsto por Extremadura recoge que «un agente del medio natural comprobaría si realmente se trata de un avispón asiático y a continuación la Dirección General de Sostenibilidad autorizaría la eliminación del nido. «Esta tarea correría a cargo del propietario del terreno, si es en zona de un particular, del ayuntamiento, en el caso del casco urbano, o de la dirección general si es en terreno público».

La avispa asiática es una especie invasora originaria de China, el norte de la India e Indonesia. Se introdujo a finales del 2004 en Francia, y a continuación se ha ido extendiendo a una velocidad estimada de 100 kilómetros por año. En España se detecto por vez primera en el 2010.

La vespa velutina instala sus nidos, preferentemente, en las ramas altas de los árboles, tanto en las zonas urbanas como agrícolas o boscosas. Aprovecha los valles fluviales y evita las poblaciones puras de coníferas. Los adultos se nutren con líquidos dulces (néctar y miel) y también de fruta madura, mientras que las larvas se alimentan de abejas y de otros tipos de insectos que son capturados por los adultos y transportados a los nidos.

Su enorme fuerza y tamaño le permite capturar entre 25 y 50 abejas al día. Generalmente lo hacen asestándoles un golpe en la mandíbula y clavándoles su largo aguijón (cinco milímetros). Posteriormente las despojan del abdomen y las patas.

Su picadura produce los mismos efectos en el ser humano que las de otras especies autóctonas.