Dice el refrán que vale más prevenir que curar y cuando se habla de una enfermedad como el cáncer, a veces, si se llega demasiado tarde no hay posibilidad de alcanzar esa curación. Por eso, la sanidad pública continúa poniendo en marcha acciones para prevenir una de las enfermedades más mortíferas de nuestro siglo. Tras el cribado del cáncer de mama, el tumor más frecuente entre las mujeres, que se puso en marcha hace ya dos décadas, el Servicio Extremeño de Salud implantó hace dos años también el programa cribado del cáncer de colon, el tumor más diagnosticado en Extremadura (920 nuevos casos durante el 2018).

En este caso se trata de una sencilla analítica de heces que puede salvar la vida pero que todavía no termina de calar entre los extremeños. Entre enero del 2016 y mayo del 2018 el Servicio Extremeño de Salud citó a todos los extremeños sanos de entre 60 y 64 años para participar en este programa de cribado. Se enviaron un total de 47.300 cartas para que acudieran a sus respectivos centros de salud pero solo 16.126 fueron a la cita y entregaron las muestra de heces para poder analizarlas. Del resto, casi 28.000 ni siquieran se acercaron al centro de salud y otros 2.800 fueron a la primera cita pero no entregaron las heces para su análisis. «Aquí la baja participación es preocupante, hay que insistir mucho más», señala Ignacio Lucero de la AECC de Cáceres.

Y mientras se consigue elevar la participación, se trabaja también en la puesta en marcha de un tercer programa de cribado para detectar precozmente el cáncer, en este caso, el de cuello de útero o cérvix. El SES hará citologías periódicas a más de 400.000 extremeñas. Todavía no hay fecha concreta para comenzar este nuevo programa, pero el Ministerio de Sanidad ha dado un plazo de cinco años a las autonomías para implantarlo. En estos momentos el SES está realizando un análisis de situación para planificar la puesta en marcha de este nuevo cribado.