«Hemos querido grabarlo antes de que el agua lo cubra», comenta Carlos Pérez, al frente de la productora extremeña 1080 Wildlife. Su equipo está recopilando imágenes para montar un largometraje documental sobre la variedad y la riqueza de biodiversidad animal y vegetal de la región. Y en el rodaje han aprovechado para inmortalizar el dolmen de Guadalperal desde las alturas, ofreciendo instantáneas únicas de este conjunto megalítico que la sequía ha sacado a la luz en el embalse de Valdecañas.

El trabajo de 1080 Wildlife no se estrenará hasta 2021, pero de momento ya disponen de una perspectiva diferente de este importante yacimiento cuyas imágenes están dando la vuelta al mundo.

El de Guadalperal es un dolmen único en el sur de Europa. Tienen entre 4.000 y 5.000 años de antigüedad y está construido sobre un asentamiento que es incluso anterior, del Neolítico.

En los años 60 este yacimiento quedó sumergido en el embalse de Valdecañas; ahora sale de nuevo a la luz porque el nivel del agua ha bajado considerablemente.

Voces por el rescate

Por eso hay muchas voces que piden que el conjunto megalítico se rescate antes de que la lluvia lo vuelva a cubrir. O lo que es mismo, que se mueva de sitio.

La Junta de Extremadura y los ministerios de Cultura y Deporte y de Transición Ecológica ya se han hecho cargo de la situación, pero la solución que ofrecen es proteger los menhires con sacos de arena y balizas (y no trasladarlos) para poder así estudiar el yacimiento en su contexto arqueológico.

En una segunda fase sí se plantea convertir la zona en recurso turístico, pero ni la Junta ni el Estado han explicado cómo se podría hacer.

La decisión de ambas administraciones no ha gustado a colectivos como la asociación cultural Raíces de Peraleda, que ha sido la encargada de poner el foco en el dolmen. Consideran que debe moverse porque «mantenerlo sumergido supondría su desaparición, de acuerdo al informe de la Asociación Geológica de Extremadura».

Deterioro

La explicación es que, al subir y bajar el agua, a la piedra no le da tiempo a adaptarse, de manera que se va deteriorando. También se está derrumbando la plataforma donde se asientan los menhires, según advierten desde Raíces de Peraleda.

Hay que recordar que gran parte de la información que se posee del yacimiento viene dada gracias a la excavación arqueológica llevada a cabo por el alemán Hugo Obernaier entre los años 1925 y 1927.

El dolmen de Guadalperal tiene 26 metros de diámetro y consta de 144 menhires, trece de ellos son de gran tamaño.

La propuesta de la asociación cultural promotora de su conservación es que los restos se coloquen de la misma manera pero en la orilla del río, para que queden a salvo cuando el nivel del pantano vuelva a subir.

El trabajo audiovisual

De este modo, si se cumplen los temores de quienes aseguran que si los menhires no se mueven, se perderán, la productora extremeña 1080 Wildlife preservará al menos instantáneas impactantes de cuál era el estado del dolmen de Guadalperal cuando salió a la luz.

La idea es que estas imágenes formen parte del largometraje documental (de 75 minutos) que preparan y que hará un extenso viaje por todos los tesoros naturales de Extremadura: «Nos adentraremos en espacios llenos de magia, obras de arte de la Naturaleza, como Las Villuercas, Los Barruecos o La Jayona, una mina abandonada que se ha reconquistado para la vida salvaje», explican desde 1080 Wildlife.

No es el primer trabajo de esta productora, ya recorrieron Islandia para descubrir su patrimonio; y han hecho lo mismo en Guinea. Además, fueron galardonados en el festival de Shanghái por su trabajo Dehesa.

Su grabación del dolmen de Guadalperal ha supuesto ofrecer una perspectiva que pone aún más en valor las dimensiones de lo que ya se conoce como el Stonehenge español que salido del agua y que puede volver a quedar sumergido.