La Guardia Civil ha realizado un total de 25 aprehensiones de hoja de tabaco seca entre los años 2017 y 2019 en Extremadura, con un peso total de 18.119 kilos. Estos datos ponen de manifiesto la evolución que el contrabando de este tipo de tabaco ha tenido en la región y fueron falicitados ayer en el V Congreso contra el Contrabando de Tabaco que Altadis celebró en Mérida. Por su parte, el contrabando de tipologías tradicionales, especialmente el de cajetillas, se ha estancado.

Según informó la Delegación del Gobierno en una nota, este cambio se debe principalmente a la ascendente demanda del consumidor de picadura de tabaco; al uso de nuevas herramientas de venta como internet y redes sociales, y al uso instrumental de las empresas de paquetería como distribuidoras ilegales al por menor. En lo que va de año la Guardia Civil ha incautado un total de 1.477 kilogramos de picadura de tabaco en las provincias de Cáceres y Badajoz. A tenor de estos datos, los estanqueros advierten del riesgo para la salud que supone consumir tabaco de contrabando, ya que se trata de un producto que no está sometido a controles sanitarios y los consumidores no conocen la procedencia de lo que fuman ni de qué forma puede afectarles. Así lo explicó Lola Abad, una de las más de 300 profesionales expendedores de tabajo de Cáceres, Badajoz, Madrid, Sevilla y Cádiz que participaron en el congreso. También asistieron agricultores extremeños.

ESTANQUEROS / Para Abad, este evento de Altadis es una oportunidad «muy interesante» para compartir e intercambiar impresiones sobre el mercado negro de tabaco, un problema que afecta «bastante» a los estanqueros, según declaró a los medios de comunicación.

El congreso incluía en su programa dos mesas redondas. La primera sobre la importancia de la trazabilidad en la lucha contra el contrabando, una herramienta para facilitar a las autoridades información sobre el mercado para el que se fabrica el tabaco y la ruta que sigue. La segunda mesa versó acerca de la experiencia de los estanqueros y su contribución contra esta práctica.

En cuanto a la situación del contrabando en España, la directora de Asuntos Corporativos y Legales de Altadis, Rocío Ingelmo, aseguró que los últimos datos son «optimistas» ya que la tendencia en la venta ilícita de cajetillas se ha reducido hasta situarse en el 8,1 por ciento frente al 12,5 por ciento de hace cuatro años.