El Banco de Leche Materna de Extremadura pretende potenciar y divulgar este tipo de lactancia, que sirve de alimento exclusivo durante los seis primeros meses de vida solo al 21% de los bebés en la región.

En declaraciones a Efe, su director, José María Brull, ha recordado que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que el niño se alimente de leche materna exclusivamente durante ese periodo, algo que no se da por lo general y que quieren revertir “por el bien del bebé y de la propia madre”.

Según los últimos datos de Extremadura, un 68% de los bebés solo se alimenta de lactancia artificial en los primeros seis meses, frente al 21 que sí cumplía la recomendación.

La Biblioteca Pública de Cáceres acoge desde el pasado sábado hasta este viernes una serie de actividades para conmemorar la Semana Europea de la Lactancia Materna, organizadas por la asociación Amaryi, grupo de lactancia y crianza respetuosa de Cáceres que componen unas 44 madres.

Charlas sobre los beneficios, su funcionamiento y la donación de leche materna, así como talleres sobre primeros auxilios, alimentación complementaria, cuentacuentos, masajes, porteo, yoga y musicoterapia son algunas de las actividades.

El director del banco de leche extremeño ha participado en una de estas charlas el martes.

Funcionando desde junio de 2012, el Banco de Leche Materna, que contó con unas 60 donantes el pasado año, pretende potenciar y divulgar este tipo de lactancia, además de cubrir las necesidades de este alimento en los bebés prematuros, más de cien al año en Extremadura.

“El beneficio más importante para el bebé es que se está alimentado de leche de su propia especie. Somos mamíferos y lo lógico es que mame de su especie, consiguiendo mayor tolerancia digestiva y las proteínas que necesita el cachorro humano, no el ternero”, ha explicado Brull.

Incluye, además, factores de crecimiento, hormonas, componentes antiinfecciosos que en una leche de farmacia no se encuentran, según Brull, que también alude a los beneficios al llegar los niños a la adolescencia, en la que tienen menor índice de obesidad, menor riesgo de padecer diabetes e hipercolesterolemia.