Extremadura corre un grave riesgo de «desertización demográfica» de no corregirse la tendencia actual de descenso de nacimientos y de emigración de los jóvenes, derivado de la situación de desempleo y falta de oportunidades, según recoge un libro editado por el Club Senior de Extremadura presentado este jueves.

El estudio, titulado ‘Extremadura. Un futuro sin jóvenes sin futuro’, ha sido realizado por el profesor de Sociología de la Universidad de Zaragoza Alessandro Gentile y coordinado por el investigador de la Universidad de Extremadura Enrique Hernández Díaz. Según recoge, Extremadura ha pasado de tener 296.622 jóvenes de entre 18 y 34 años en el año 2000 a los 217.577 en 2018, Una situación que puede agravarse si continua esta tendencia, que puede conllevar a que en 2020 por primera vez se rebaje la cifra de 200.000, ha indicado Alessandro Gentile. Afirma que es uno de esos indicadores que muestran «cierta alarma social».

Según ha explicado el presidente del Club Senior de Extremadura, José Julián Barriga, el estudio pretende «dar la voz de alarma» y ser una llamada de atención, ahora que se está a tiempo, para provocar el debate y la reflexión, encaminadas a la adopción de medidas que reviertan esta preocupante situación. En este sentido, ha precisado que la intención de club es la de hacer un diagnóstico verídico partiendo de «la radiografía de una tragedia», como recoge el prólogo del libro.

MÁS CUALIFICADOS / Los autores del estudio indican que esa emigración se centra en los extremeños nacidos entre 1983 y 1997, los llamados ‘milenials’, que a diferencia de los de los años 60 y 70 están más cualificados y que tras unos primeros intentos de inserción en el mercado laboral, deben buscar fuera su primera experiencia estable y de calidad.

Otro de los datos que recoge el informe es que Extremadura perdió anualmente, entre 2011 y 2016, unos 2.500 jóvenes en edad laboral (20-39 años), una cifra que se sospecha puede ser mayor, ya que muchos siguen empadronados en la región.

Gentile ha explicado que aunque no se quiere ser alarmista, para cambiar las tendencias «hay que conocer bien el present»” y ha precisado que el hecho de que vaya bajando el desempleo juvenil «puede ser una buena noticia y no a la vez», ya que puede ser que haya menos jóvenes buscando trabajo o que lo buscan fuera.

De hecho, en esta línea el estudio refleja que un 42% de los jóvenes extremeños opta por marcharse a otras regiones para cursar sus estudios universitarios, incluso en carreras que oferta Extremadura, y suelen quedarse allí a vivir después.