Una vigilancia continua de la víctima y de sus hijos (si los tuviera) en la entrada y salida del colegio. Un control intenso del agresor. Un plan especial de seguridad que deben cumplir cada día para evitar resquicios que las pongan en serio peligro. Así viven tres mujeres en Extremadura (dos en la provincia de Badajoz y una en la de Cáceres) por ser víctimas en situación de riesgo extremo de violencia machista. Así lo recoge el último informe del Ministerio del Interior. Significa que su contexto es tan delicado que urgen una protección permanente para evitar la tragedia. Al menos hasta que las circunstancias del agresor dejen de ser una amenaza inminente. Cada 72 horas, la policía hace un nuevo diagnóstico para valorar la situación de la víctima en caso de que no haya incidentes; si estos se producen, la valoración se vuelve a hacer justo en ese momento.

Así funciona el sistema VioGén, una herramienta fundamental en la lucha con el maltrato, físico y psicológico, que forma parte de las diversas medidas que se aplican desde que entró en vigor la Ley de Violencia de Género.

MÁS DE MIL ASESINADAS / Hoy, 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, retumbarán de nuevo las cifras que deja esta lacra social: más de mil mujeres han sido asesinadas en España por sus parejas o exparejas desde 2003 (año en que empezó a hacerse el registro oficial de este tipo de crímenes).

En Extremadura hay actualmente 1.673 casos activos de violencia de género (en el 86% de los casos, la mujer es de nacionalidad española). Los tres citados en situación extrema son los más complejos, pero con un riesgo bajo ya se aplican medidas de protección policial para evitar que la situación de sometimiento y maltrato (que ya existe y está confirmado) vaya a más.

Porque lo que sale a luz es solo la punta del iceberg. Porque para llegar al asesinato machista hay unos primeros pasos en los que, a veces, ni siquiera se le pone nombre a lo que está ocurriendo.

Así, en la región se dictaron a lo largo del pasado año 834 órdenes de protección. Se trata de una resolución judicial cuando se tiene constancia de que la mujer está en peligro y conlleva diversas medidas civiles y penales. Dentro de las primeras se incluye, por ejemplo, regular las visitas a los niños; dentro de las segundas se aplica, entre otras, la retirada de armas de fuego o, la más común, la orden de alejamiento, que supone la prohibición de aproximación o comunicación con la víctima. ¿De qué se la protege? Depende del riesgo. Si es extremo, del posible homicidio. Aborto, lesiones, torturas, falta de libertad sexual o la inviolabilidad del domicilio son otras causas.

EN PRISIÓN / En las cárceles extremeñas hay unos 200 internos que cumplen condena por delitos de violencia de género, según los datos más recientes de la Delegación del Gobierno, que aboga por actuar desde la base, esto es, la educación en los colegios para que los menores crezcan aprendiendo qué es la igualdad.

En este sentido, Extremadura organizará numerosos actos y protestas hoy para denunciar esta lacra social; y, además, se enviará un video explicativo de denuncia y a colegios, institutos, consultorios, centros de salud y ayuntamientos.

Asimismo, «se aprovecharán las posibilidades que dan redes sociales como Whatsapp (donde los adolescentes están presentes continuamente) para difundir el mensaje», tal y como explicó la consejera de Igualdad, Isabel Gil Rosiña.