El Banco Santander ha reducido su plantilla en España en 3.069 trabajadores, 81 de ellos en Extremadura, tras concluir el periodo de adhesión voluntaria de su último ERE, diseñado para reducir las duplicidades de la red tras la compra de Popular.

El grupo presidido por Ana Botín acordó antes del verano con los sindicatos despedir a 3.223 empleados en España y desde ya, gracias al cierre de más de 1.000 sucursales, ha ejecutado más del 95% de las salidas, esas 3.069.

De esa cantidad, 2.041 son hombres y 1.028 mujeres; sólo 39 son salidas forzosas y 3.030 son adhesiones voluntarias de los trabajadores al plan de recorte de empleo negociado por el banco con los sindicatos, según adelantan a Efe fuentes de la negociación.

El 55 % de las salidas, lo que equivale a 1.708, se produce vía prejubilaciones y el 45% restante o 1.361, mediante indemnizaciones.