Los extremeños han conseguido reducir el consumo de antibióticos un 20% en los últimos tres años, pero aún lideran la ingesta de estos fármacos a nivel nacional con cerca de 29.000 dosis diarias. Se trata de un problema de salud de pimer orden sobre el que llaman la atención médicos, veterinarios y farmacéuticos, pues de no poner freno al consumo excesivo de antimicobianos se estima que en el año 2050 se producirán más de 50.000 muertes anuales por infecciones que antes se podían tratar fácilmente.

La resistencia a los antibióticos es un fenómeno natural pero su uso indebido está acelerando el proceso. Puede afectar la cualquier persona, de cualquier edad o país en el que viva. Prolonga las estadías hospitalarias y aumenta la mortalidad. La aparición y diseminación de bacterias multi-resistentes y la escasez de tratamientos alternativos son dos de los mayores problemas de salud pública y sanidad animal que es necesario afrontar en la actualidad y con este fin, el Servicio Extremeño de Salud (SES) se va a adherir a un covenio que han firmado la Agencia Española del Medicamento y la Xunta de Galicia. El objetivo es poner en marcha un Programa de Optimización del Uso de Antibióticos que llevará planes como los que ya se aplican en los hospitales de Mérida, Badajoz y Cáceres al resto de áreas y también a los centros de salud y centros sociosanitarios.

Galicia fue primera comunidad autónoma en firmar este convenio con la Agencia de Medicamentos, que busca implantar soluciones eficaces con el objeto de combatir una de las mayores amenazas para la salud. Próximamente se sumará Extremadura, ya que el convenio está abierto para todas las regiones que lo quieran suscribir. Estos programas son altamente eficaces para la mejora de pacientes con infecciones graves en el hospital y también para optimizar el manejo terapéutico antimicrobiano de las infecciones frecuentes del enfermo ambulatorio.

Pero al margen de este nuevo convenio, fuentes de la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales explican que el SES lleva ya varios años desarrollando un plan «estratégico y de acción» de para reducir el riesgo de resistencias a los antibióticos.

ATENCIÓN PRIMARIA / Hasta la fecha, estos planes se han desarrollado en los hospitales de Badajoz, Mérida y Cáceres, y a nivel de Atención Primaria, también en el Área de Salud de Mérida y Badajoz. En el resto, explican desde la consejería, «se están configurando los equipos de profesionales que gestionarán el desarrollo de estos programas», que buscan reducir al mínimo indispensable el uso de antibióticos para controlar la aparición de resistencias, así como garantizar la utilización de tratamientos coste-efectivos. Según los datos aportados por el departamento que dirige José María Vergeles, con la puesta en marcha de estas medidas Extremadura ya ha logrado reducir el número de pacientes que toman una dosis diaria de antibiótico en un 20%, pasando de 39,7 por cada mil habitantes en 2016 a 26,8 en 2018. Esto es, unas 29.400 dosis al día.

Pero a pesar de este importante descenso, con cifras así Extremadura sigue siendo la región donde más antibióticos se consumen. Lo dicen las estadísticas del Plan Nacional de Resistencia a los Antibióticos (PRAN), que es el ente estatal que coordina el proyecto para reducir el riesgo de aparición de resistencias a estos medicamentos. Los últimos datos publicados, de noviembre de 2018, recogen un consumo de 28,2 dosis diarias de antibióticos por cada mil habitantes, la cifra más alta del país por detrás de Murcia (27,5) y Cantabria (27,2). Del total de antibióticos consumidos en la región, el 72% se recetan en la sanidad pública (20,4 dosis diarias por cada mil habitantes), un 21,9% en la sanidad privada (6,2) y el 5,7% (1,63 dosis diarias) en mutuas.