Desde que en los últimos años se hayan puesto en marcha campañas de sensibilización acerca del riesgo que entrañan para la salud las bacterias resistentes a los antibióticos, las farmacias extremeñas han constatado un cambio importante en la actitud de la ciudadanía. «Las peticiones son menores y la negación total. Sin receta ya no se dispensa nada», afirma el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Extremadura, Cecilio Venegas.

Según explica, años atrás había un uso muy extendido de los antibióticos, también en los niños, y era habitual que se usaran en catarros o gripes. La gente incluso los compraba por consejo de familiares o amigos, pero hoy en día ese «antibiotiqueo» se ha acabado, afirma tajante. También incluso en el ámbito privado, donde las recetas escritas en bloc de notas publicitarios «e incluso servilletas» se han sustituido por los formularios oficiales que distribuye el Colegio de Médicos.

Con lo que Venegas no está en parte de acuerdo es con que Extremadura sea la región donde más antibióticos se consumen. De hecho, según las estadísticas oficiales, es la comunidad donde más medicamentos se toman en general, una circunstancia que a su juicio está relacionada con el poco peso que aquí tiene la sanidad privada. «Apenas existe el aseguramiento privado, todo es público prácticamente al cien por cien y eso hace que todo el consumo quede reflejado», dice.