Rincón de la Magdalena es el nombre de los primeros apartamentos turísticos que se abrieron en Plasencia, junto a la Puerta de Coria. En un edificio de su propiedad, Pepa Quesada decidió hace más de una década emprender en el sector turístico que siempre le había atraído. Convirtió el inmueble en cinco apartamentos, todos dobles excepto uno que cuenta con dos habitaciones, y en 2008 abrió sus puertas. Su balance es positivo aunque reconoce que sus previsiones iniciales no se han cumplido «porque empezó la crisis».

Otro hándicap que encuentra es la temporalidad del turismo en su ciudad. «En Semana Santa y la época del cerezo en flor si hubiera mil alojamientos más, todos se llenarían, pero el resto del año es un turismo puntual», dice. Echa de menos, además, más eventos y opina que el boom de la oferta de este tipo de establecimientos no es proporcional con la demanda, es superior. «Fuera de la temporada alta ahora ya es raro que esté todo completo». Su sello en estos once años en marcha son la calidad, los detalles... «creo que eso es lo que me hace estar ahí». Los clientes de Booking le dan más de 9 puntos, aunque su mejor promoción, afirma, es el boca a boca y las redes sociales. La mayoría son clientes nacionales y sobre un 10% internacionales. Para quienes como ella viven de su propio negocio que gestiona sola en su totalidad, asegura que no es la panacea, aunque reconoce que sí es una fuente extra para aquellos que tiene otra actividad principal o ingresos y tienen apartamentos como algo más. Enero y febrero son de los peores meses para el negocio, pero ya mismo asoma marzo y llega la mayor ocupación.