La compraventa de viviendas en Extremadura sigue creciendo por cuarto año consecutivo. Durante el 2019 lo hizo un 5,4% respecto al ejercicio anterior, con un total de 7.731 operaciones (casi 500 más que en 2018 y un millar más que en 2017), según los datos de transmisiones de derechos de la propiedad publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística.

La evolución experimentada en la comunidad extremeña es justo la contraria que se registra a nivel nacional, donde la compraventa de viviendas cae por primera vez en los últimos siete años. Durante 2019 bajó un 3,3% hasta las 501.085 operaciones. De hecho, once comunidades españolas -incluidas Madrid, Cataluña y las islas- experimentaron descensos a cierre de año mientras solo seis crecieron. Es el caso, en este orden, de Castilla-La Mancha (7,5%), Extremadura (5,4%), La Rioja (3,1%), Galicia (2,5%), Murcia (1,2%) y Castilla y León (0,5%).

La ralentización nacional se achaca a la aplicación de la ley hipotecaria, el menor crecimiento económico y la reducción de las compras por parte de ciudadanos extranjeros (británicos) por el brexit. Pero, ¿por qué crece entonces Extremadura? «Es un hecho puntual y puramente anecdótico», valora Francisco Marroquín, presidente del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API) de Cáceres y su provincia.

A su juicio, el incremento experimentado en la región se debe a una serie de hechos circunstanciales. «Entre otras cosas, el dato sube porque durante el año pasado se entregaron varias promociones de viviendas nuevas», explica. Y así lo evidencian las estadísticas. De las 7.731 operaciones de compraventa que se realizaron en la región en 2019, el 85,2% fue de viviendas de segunda mano aunque estas apenas crecieron un 1,7% respecto al año anterior. Sin embargo, las transacciones de viviendas nuevas crecieron un 26% respecto al ejercicio del 2018. En cuanto al régimen, subieron un 8% las viviendas libres mientras cayeron un 6,3% la compraventa de las protegidas.

OPERACIONES PENDIENTES / Un segundo factor que apunta Marroquín sobre la evolución del mercado en Extremadura es que «muchas de las operaciones que nacieron con el empuje del sector en el 2018 (cuando se registró un incremento anual de casi el 10% respecto al 2017) se prolongaron en el tiempo por distintas causas y acabaron cerrándose a lo largo del 2019», explica el presidente del colegio cacereño. Por todo ello, insiste, se trata de «un incremento puntual y anecdótico, pero no hay un empuje real de la demanda».

Se trata del cuarto ejercicio consecutivo en el que la compraventa de viviendas acaba en la región con mejores cifras que las del año anterior. La serie de datos (que comienza en el 2007) tocó fondo en el 2014 y 2015, con 5.363 y 5.311 operaciones respectivamente, y pese a la evolución positiva de los últimos años, los datos siguen todavía muy alejados del boom que vivió el sector inmobiliario, ya que en el 2008 se superaron las 13.900 transacciones en Extremadura.

Por provincias, durante el año pasado se formalizaron un total de 4.983 operaciones en Badajoz, lo que supone un incrementos del 6,9% respecto al 2018, mientras en la provincia de Cáceres se cerraron 2.748, un 2,6% más que el año anterior.

En cuanto a los datos del último mes del año, que se dieron a conocer ayer, también fueron al alza. Durante diciembre se registraron en Extremadura 577 operaciones de compraventa, lo que supone una subida del 3% respecto al mismo mes del año anterior motivada, sobre todo, por las operaciones de viviendas nuevas que crecieron un 41%, mientras las de las usadas cayeron en ese mes un 2%. La variación anual de diciembre en el conjunto de España también fue positiva, con un 1,8% más.