La Mesa del Tabaco reclama medidas «proporcionadas», que estén basadas en datos y evidencias, tras el anuncio del ministro de Sanidad, Salvador Illa, de elaborar un Plan Integral de Reducción del Tabaquismo, que contempla la subida de la fiscalidad al tabaco y a los productos relacionados con el mismo, y que tendrá un «grave impacto negativo» en un sector con 50.000 empleos, así como en la recaudación pública.

«Cualquier regulación sobre el sector afecta a toda la cadena de valor del tabaco, desde el agricultor extremeño al estanquero, debido a que somos un sector muy interconectado. Debe evaluarse previamente el impacto de la legislación y la información aportada por el sector para evitar que tenga un efecto indeseado», señala en una nota la presidenta de la Mesa del Tabaco, Águeda García-Agulló.

La Mesa del Tabaco, que agrupa al conjunto del sector, recuerda que están aplicando las medidas previstas en la Directiva de Productos del Tabaco, que está imponiendo fuertes restricciones armonizadas en toda la UE. Así, tal y como señaló el titular Sanidad, considera que antes de cualquier cambio regulatorio, debe garantizarse el cumplimiento de la normativa existente. Para la Mesa, el empaquetado genérico sería una medida «desproporcionada e ineficaz» que ataca al derecho de propiedad intelectual de los fabricantes de tabaco, sin cumplir sus objetivos de reducción del consumo, como así ha ocurrido en Australia, Reino Unido o Francia.

Según la Mesa, un aumento fiscal desproporcionado puede ocasionar un desvío del consumo legal al mercado negro, que no pasa controles sanitarios. «Los principios de cualquier regulación deben ser la protección de los menores, la defensa de la libertad individual, junto con la efectividad y proporcionalidad de las medidas», subraya.