El cierre de la hostelería que se impondrá como mínimo durante un mes con la ampliación del estado de alarma (en principio hasta el 12 de abril) aboca a una situación crítica al sector pero también a otros que tienen en este canal la principal vía de salida de sus productos, ligados principalmente a la ganadería. En el ovino hablan ya de «graves pérdidas» derivadas de este parón en un momento crítico para ello. Es ahora cuando los corderos de la paridera del mes de enero, una de las más importantes del país, están en el punto justo para salir a un mercado que tiene en la restauración en principal canal de venta (chuletillas, lechazo…) y que ha desaparecido. Incluso se ha detenido la cotización.

«Los pedidos están en caída. Solo nos queda seguie engordando a los animales para que, con un poco de suerte y si no hay problemas de cierre de fronteras, se les pueda dar salida a los pasíes árabes cuando sean corderos pesados (más de 20 kilos)», dice María Pía Sánchez, productora de ovino de la zona de Mérida. «Eso supone que habra que seguir alimentando a los animales y en una situación en la que arrastramos los

problermas del año pasado por la falta de agua», recuerda.

Desde Corderex asumen que las pérdidas que la situación causará al sector serán «graves» aunque no se atreven aún a cuantificarlas. Pero recuerdan que el cordero es un producto que se consume en eventos y la situación actual ha cancelado o pospuesto todos los previstos para los próximos meses. «es una carne festiva, muy ligada a la Semana Santa y especialmente en la restauración.

Y el problema es que es difícil valorar hasta cuándo se va a mantener esta situación. Porque estamos convencidos de que la recuperación del mercado va a ser importante en cuanto todo pase.

Pero la cuestión es cuándo será”, apunta Raúl Muñiz, director técnico de Corderex.

El 30% de la producción bajo este sello se destina a hostelería y hay un 50% que se exporta a otros países, principalmente a Francia e Italia, donde el consumo está ahora mismo también en caída por los cierres impuestos igualmente por la crisis sanitaria internacional. «Estamos en un momento crítico de un producto estacional (dice sobre el cordero lechal) y las pérdidas van a ser importantes», añade.

Las organizaciones agrarias llevan días alertando de la crisis que la alerta sanitaria supone para algunos productor ganaderos. Desde UPA-UCE recuerdan los problemas en aquellos productos con una estrecha relación con la hostelería como el cochinillo o el cordero lechal. También para pequeñas explotaciones que orientan sus productos al turismo y están en una situación ahora complicada, por los mismos motivos.

Junto a eso, Apag Extremadura Asaja ha denunciado estos días algunas prácticas que hunden más a estos sectores, con una caída en el precio de hasta 4 euros por arroba en el caso del ibérico de cebo al llegar al matadero.

Incertidumbre del ibérico / También en el caso del ibérico, se analizan los próximos meses con «incertidumbre» aunque confían en que la situación pueda remontar después con una recuperación del consumo y de los eventos a los que se asocia, que han sido aplazados ahora. «No estamos contentos, pero tampoco es el peor de los escenarios para nosotros», valora la secretaria técnica de Aeceriber, Elena Diéguez. La montanera acaba de terminar y las tareas de certificación que se suelen llevar a cabo en estas fechas se pueden acometer más tarde.

La experta sume que el consumo caerá ahora pero la situación general aunque confía en que «se podría recuerar a posteriori, porque algunos de los grandes eventos asociados al ibérico se han pospuesto».

El director tecnico de la DOP Dehesa de Extremadura coincide en que los problemas para el sector serán pasajeros aunque apunta a «una situación anómala que causará un parón en los tres próximos meses que dejará en las bodegas parte de la producción que saldría ahora», dice.