El efecto devastador que la crisis del covid-19 está teniendo en el tejido productivo se ha traducido ya en la pérdida de cerca de dos mil empresas en la comunidad autónoma. Entre finales de febrero y el cierre de abril, en Extremadura ha habido un saldo neto negativo entre altas y bajas de 1.849 empresas inscritas en la Seguridad Social, lo que ha hecho que la cifra total haya disminuido de 32.075 a 30.226, un 5,9% del total. De aquí quedan excluidas las firmas que se encuentran inmersas en expedientes de regulación temporal de empleo que, igual que sus trabajadores, permanecen dadas de alta. Estas bajas corresponden a aquellos empleadores que han echado el cierre y prescindido de sus empleados. Ahora está por ver cuántas de ellas podrán volver a subir la persiana en un futuro.

Solo el buen comportamiento del sector agrario, que no ha dejado de estar en ningún momento activo durante el confinamiento, ha impedido que la debacle sea mayor, ganando alrededor de medio millar de empresas en esteperiodo de cuarentena y compensando de esta forma parte de la pérdida en otros segmentos.

Para Mariano García Sardiña, presidente de la Cámara de Comercio de Badajoz, la evolución en la cifra de empresas es la que mejor permite conocer cuál está siendo el impacto real de esta crisis. «Es el dato fundamental, más que el del PIB o, incluso, que el del empleo. Crear un puesto de trabajo se puede hacer de un día para otro, pero una empresa no.

Hay un proceso muy largo hasta que alguien toma la decisión de arriesgarse, de echarse para adelante y de asumir el riesgo de poner en marcha un proyecto empresarial de mayor o menor tamaño», detalla.

El sector servicios es donde la pandemia se ha dejado notar en mayor medida, con más de 1.600 empresas que han dejado de estar inscritas, 1.365 de ellas antes de que acabara marzo. La hostelería y el comercio han sido los principales damnificados. En ambos casos, esgrime el presidente de la cámara pacense, ya se venía de unos últimos trimestres «complicados», por lo que el coronavirus ha significado «la puntilla» para muchos de estos negocios. Tanto uno como otro, e igual que sucede con el turismo, necesitarán de planes «específicos» y «contundentes» que permitan su reactivación, afirma.

El grueso de la pérdida de empresas se concentró en las dos primeras semanas del estado de alarma. En esta quincena fueron 2.424 las que salieron del listado de la Seguridad Social, en el que quedan recogidos también aquellos autónomos con trabajadores a su cargo. Posteriormente, en el mes de abril, se experimentó un auge con el que se ganaron 575. Detrás de esta mejoría estuvieron dos sectores.

Uno fue la construcción, que recuperó a mediados de mes cierta normalidad, tras el parón obligado del 30 de marzo. En el cuarto mes del año aumentaron 155 las empresas en estas actividades, después del descalabró sufrido en el anterior, cuando desparecieron del listado 741, mas de una quinta parte de todas las que había en Extremadura al cierre de febrero. Pero fue sobre todo la agricultura la que mejoró la tendencia global. Hace unos días se conocía que las exportaciones agroalimentarias aumentaron en marzo más de un 26% en Extremadura, posibilitando que los envíos al exterior de la comunidad autónoma fueran los únicos en crecer de toda España. De manera similar se ha registrado también una tendencia al alza en el número de empresas con actividades agrarias, con un balance positivo de 662 firmas. «El sector agrario ha resistido perfectamente y llega al inicio de muchas de sus campañas con una inercia casi normal. Es, claramente el que permite el repunte de abril», coincide García Sardiña. En contraposición, «el 90% de los servicios han tenido que parar y es ahí donde ha estado el descalabro».

En este punto, las estadísticas de la Seguridad Social no ofrecen detalles en cuanto a secciones de actividad. No obstante, los datos nacionales dejan pocas dudas sobre quiénes han sido los grandes perjudicados del estado de alarma en términos empresariales. Hostelería (21.060) y comercio (16.982) suman un 42% de las 91.042 bajas registradas en total, un 6,9% de los 1,32 millones de empresas que había inscritas al acabar febrero. Por detrás aparece la construcción (13.397), que también supone una porción muy significativa de ellas.

155 MENOS EN INDUSTRIA / El sector industrial, el que menos peso tiene en el tejido productivo extremeño, se deja por el camino en estos dos meses 118 empresas en la comunidad autónoma, de 2.610 a 2.492. Por provincias, 1.304 dejan de estar activas en la provincia de Badajoz, que se queda en 19.308, y 504 en la de Cáceres, donde se totalizan a 30 de abril 11.702.

Por lo que respecta al perfil de los ceses, 1.099 corresponden a personas físicas y 750 a jurídicas. En cuanto al tamaño más habitual de las empresas que han cerrado, de nuevo se cuenta solo con datos a nivel estatal, que muestran que la mayor proporción, con diferencia, está en el segmento de las que dan empleo a uno o dos trabajadores (40.073) y en las que van de 3 a 5 (23.582), por lo que se trata bien de bien de microempresas o de autónomos con empleados.