Cambia el concepto tradicional de acudir al médico de cabecera en la nueva normalidad postcovid-19. Cuando un paciente solicite una cita a su centro de salud, la primera atención que recibirá será telefónica y a partir de ahí, si es necesario y no se puede resolver el problema de otra manera, se llevará a cabo la cita presencial habitual.

Es la fórmula que se ha estado empleando en la Atención Primaria durante la crisis sanitaria con el fin de evitar riesgos de contagio, pero que ha venido para quedarse al menos durante la nueva normalidad. El Servicio Extremeño de Salud (SES) ha enviado una circular a sus profesionales donde se especifica la forma en la que los usuarios pueden acceder a la Atención Primaria. «Durante los meses de confinamiento se ha primado la seguridad de la consulta presencial a los centros de salud a lo estrictamente imprescindible. Y en la actual situación es el momento de avanzar y combinar la seguridad con la accesibilidad de la población a los centros de salud», explica el SES.

Para ello, la primera cita con el paciente será una consulta telefónica con el profesional de Atención Primaria que solicite: médico, pediatra, enfermera, matrona, odontólogo... Tras recabar la información necesaria y valorar el motivo de la consulta, el profesional propondrá la mejor forma de resolver el problema planteado que podrá hacerse en la misma consulta telefónica, mediante una videoconsulta, una cita presencial en el centro de salud si necesita alguna exploración física o prueba o una visita al domicilio del usuario si lo considera necesario. Será el profesional, por tanto, quien decida la mejor forma de atención en cada caso.

MAYOR SEGURIDAD / Además, cuando el paciente sea citado de forma presencial, los sanitarios intentarán atender en esa consulta física todos o la mayoría de los problemas de salud que tenga el paciente, de forma que tenga que acudir lo menos posible al centro para mayor seguridad.

De esta manera, explica el SES se «pretenden resolver los problemas de salud de la población y a la vez garantizar la seguridad de todos, reservando la visita presencial a la necesidad de exploración física, realización de alguna prueba diagnóstica o de alguna intervención terapéutica».

Desde el sistema sanitario apuntan que durante la fase más dura de la pandemia, tanto los profesionales de la Atención Primaria como los usuarios del SES «han comprobado que se puede resolver gran parte de las demandas de salud a través de herramientas de comunicación a distancia que se han puesto en práctica con éxito. Ahora se pretende mantener esas herramientas en los casos en que han demostrado su utilidad».

El impulso a la atención sanitaria a distancia es la nueva normalidad en el SES y ha venido para quedarse. «Extremadura tiene mucha tradición en cuanto a la implantación de las nuevas tecnologías en la sanidad, como la telemedicina que ya lleva desde 2003 en la comunidad o nuestro sistema de información Jara, pero es verdad que ahora se ha visto su potencial porque ha habido mucha gente que no podía salir de casa, que estaba aislada en sus domicilios y se les ha atendido y realizado seguimientos de forma telemática. Es una de las lecciones aprendidas durante esta crisis y es que estas herramientas no solamente han llegado para quedarse sino además para potenciarlas», señalaba a este diario recientemente el director general de Asistencia Sanitaria del SES, Vicente Alonso. De hecho, se calcula que en torno al 60% de las consultas de Atención Primaria podrían resolverse de forma no presencial: resultados de analíticas o pruebas, recetas, seguimiento de tratamientos...

Además, desde finales de mayo todos los profesionales del SES tienen la posibilidad de hacer videollamadas o teleconsultas a través de la estación clínica de trabajo, un dispositivo que permite la comunicación y conecta directamente con el sistema de información que emplea el SES. «Permite, por ejemplo, hacer videollamadas desde el propio ordenador».