Hasta 44 grados. Es lo que le espera a Extremadura a lo largo de la semana. Los avisos amarillos y naranjas por altas temperaturas se alternarán durante el fin de semana que viene. Lo confirma Marcelino Núñez, delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología en la región.

«El sábado en la comunidad autónoma se activará la alerta naranja por calor y llegará a los 42 grados en las Vegas del Guadiana. Igualmente se activará el aviso naranja en La Siberia, la zona del Tajo y el Alagón, así como Villuercas y Montánchez», destaca.

«En Cáceres los valores máximos oscilarán entre los 39 y los 40 grados, excepto en el norte de la provincia, donde se prevé una máxima de 38. El resto de áreas estará en alerta amarilla», dice.

«Y el domingo se mantendrán activos los avisos amarillos en la zona de las Vegas del Guadiana, en Barros y La Serena, en La Siberia, Villuercas y Montánchez, ya que el termómetro volverá a marcar en estos puntos los 38 grados», apunta.

Incluso, los modelos que maneja la Agencia Estatal de Meteorología para esta semana son que los mercurios rebasarán los 40 grados varios días. Ayer los 42, 41 para hoy y el miércoles y el jueves el termómetro se podría disparar hasta los 44. La zona afectada sería las Vegas del Guadiana y las localidades que podrían registrar esos 44 grados son Badajoz, Mérida o Montijo.

¿Y qué hacen los extremeños para combatir el calor en la región? «Pues mire, bebo mucha agua fría. Yo me ducho tres veces al día. Ya ve, dándole al abanico, qué remedio. Procuro ir por la acera de la sombra», esta respuesta de puro sentido común la enuncia con resignación la pacense Paula Avilés de camino a la frutería de su barrio.

«Aquí estamos acostumbrados». Uno con sombrero de paja y otra con gorra, buscan un lugar donde refugiarse de la temperatura: «Nos gustan las terrazas de los bares, pero con el calor que hace no se puede. Acabamos dentro con el aire acondicionado», explican Laura y Pedro, un matrimonio de Mérida.

«Vanesa viene de Burgos con su novio de Pamplona y no le resulta demasiado nuevo el calor por sus visitas a Cáceres, pero aún así reconoce que «merece mucho la pena regresar». En su tierra el calor es algo menos sofocante, sin embargo las diferencias son evidentes: «También hace calorcito, pero no hay punto de comparación», indica. Esta joven pareja acude con el viaje estudiado y madrugan por la mañana para aprovechar las horas más frescas: «Hemos salido a las 07.45 para pasear por el casco antiguo y ahora cuando se acerca la hora de comer, nos encerramos hasta que caiga el sol».