Cristina Borrego Real es de Badajoz, aunque lleva más de siete años en Reino Unido, donde trabaja como profesora en un colegio de Bath. «La gente está muy indignada y triste», dice la pacense que ha tenido que cancelar vuelos que ya tenía planeados y cambiarlos. «He estado medio año sin venir a España y viajaba cada seis semana para visitar a mis padres. Llevo unos días en Extremadura con mi familia y mi idea era quedarme un mes con ellos, sin embargo mi marido llegaba el 1 de agosto para estar una semana con nosotros pero nada, ha anulado el billete y yo me vuelvo mañana. Cuando llegue guardaré aislamiento 15 días en casa», lamenta.

Además, la docente no se explica por qué los viajeros procedentes de Estados Unidos, con mayor número de contagio que España, no tienen que hacer confinamiento.

Cristina no comprende el motivo de esta decisión porque «la gente va por la calle sin mascarilla, hasta el pasado viernes no era obligatoria en las tiendas, los británicos hacen vida normal». Confiesa que siente una mayor percepción de riesgo en Reino Unido que en nuestro país: «No me creo que la situación en España sea peor que allí».

¿Cómo va afectar la cuarentena inglesa a Extremadura? Borrego opina «que no influirá tanto como en otras comunidades autónomas. El turista inglés va más a las zonas de playa, no obstante hay algunos que atraviesan la península en coche y suelen parar en el norte de la provincia de Cáceres, en destinos como el Valle del Jerte, La Vera o Gata».

Javier Angulo Flores es de Mérida, ciudad a la que solía ir con frecuencia. Ahora reside en Cardiff y está empleado en una empresa que da soporte técnico a una red de colegios de todo el mundo. «Numerosas personas no van a ir de vacaciones». Javier destaca que bastantes extremeños e ingleses no viajarán debido a la imposibilidad de teletrabajar al volver al país, lo que supondría «estar parado sin cobrar». El emeritense califica de «exagerada» la cuarentena obligatoria implantada por el Ejecutivo británico, a la vez que agrega: «tendrá sus consecuencias negativas para la región y sobre todo para los lugares de costa».