Portugal ha decidido sacar del cajón el viejo proyecto de la autovía Castelo Branco / Monfortinho, de 54 kilómetros, y su unión con Moraleja a fin de que conectar con la autovía extremeña ExA1 y, desde aquí, llegar con Madrid. Esta autovía, que ya gozó de estudios previos en 2008, había sido retirada de la iniciativa lusa con el estallido de la crisis económica, lo que propició que la Junta de Extremadura desistiera de la conexión de la autovía Ex-A1 de Navalmoral de la Mata-Monfortinho llevándola solo hasta Moraleja. Desde el Ejecutivo extremeño siempre se ha señalado que cuando Portugal decidiera hacer el enlace Castelo Branco-Monfortinho, la Junta de Extremadura acometería el tramo de la autovía Ex-A1 Moraleja-Monfortiho de 18.5 kilómetros, una cuestión que ahora quedará pendiente dado que no está contemplada presupuestariamente.

La autovía Castelo Branco / Monfortinho se incluye en el plan de recuperación postcovid que el gobierno de António Costa va a presentar a la Unión Europea a fin de determinar el destino de los fondos comunitarios asignados a los distintos países miembros para salir de la crisis del coronavirus.

Dicho plan fue ayer adelantado por el Diario Público en su edición digital y esta mañana lo ha hecho en su edición de papel. Básicamente, el Gobierno luso propone la construcción de un puente entre Sanlúcar de Guadiana y Alcoutim y otro sobre el río Sever (y está previsto el enlace Puente Internacional Nisa - Cedillo). También se invertirá en el IC2 que conecta Bragança con Puebla de Sanabria y en otro enlace para conectar la ciudad extremeña de Moraleja con el IC31 (Castelo Branco / Monfortinho). Por parte de Portugal, la inversión no superará los 102 millones de euros.

El diario añade otras medidas que aparecerán en el borrador del PRR que se entregará a la Comisión Europea el 15 de octubre cuyo presupuesto total se eleva a los 12.900 millones de euros.

Con el tramo Castelo Branco-Moraleja se permitiría la conexión de Lisboa-Madrid por el norte de Extremadura y supondría un segundo enlace distinto al de Badajoz-Évora.

Esta actuación y otras concernientes a ambos países ibéricos se deberán tratar en la Cumbre Hispano-Lusa que deberá celebrarse en la ciudad portuguesa de Guarda el próximo 6 de octubre entre António Costa y Pedro Sánchez.