Morirse no resulta barato en el mundo desarrollado, según un informe elaborado por la Unión de Consumidores de Extremadura (UCE), en el que se pone de relieve que de media un entierro sencillo en Extremadura no baja de los 3.500 euros y pueden existir grandes diferencias.

Por ello, UCE recomienda pedir siempre a las funerarias un presupuesto del coste total del servicio, aunque advierte de que al consumidor le resultará muy difícil obtener información previa por parte de estas empresas, ya que se trata de «un sector poco transparente y en algunas zonas con muy poca competencia».

UCE explica que el primer gasto que se tiene que afrontar ante una muerte es el referido al trámite de documentación, que consiste en obtener el certificado de defunción, baja en el registro civil del fallecido y autorización de la licencia de inhumación o incineración, todo por unos 250 euros de media. El segundo paso será elegir un ataúd con precios desde los 560 euros hasta los 8.000 euros o incluso más, según el material con el que están fabricados y su ornamentación.

El coche fúnebre será otro gasto ineludible y el precio de este dependerá del servicio a realizar, los kilómetros que tengan que recorrer desde el lugar del fallecimiento al tanatorio y al cementerio, aunque el coste mínimo no bajará de los 200 euros y el kilómetro de media se cobra aproximadamente a 1,10 euros.

El tanatorio es otro gasto extra que se tiene que afrontar, a no ser que se opte por velar al fallecido en casa, algo cada vez más en desuso. El coste habitual de una sala es de 600 euros diarios, aunque estos precios pueden bajar más de un 50% si las instalaciones son municipales.

Por otra parte, la variedad de arreglos florales es tan amplia como sus precios y se pueden encontrar coronas desde los 120 euros a ramos por 25 euros, según los datos aportados por la Unión de Consumidores de Extremadura en su informe «La muerte tiene un precio».

La lápida, es otro gasto a abonar en caso de inhumación o si se depositan las cenizas en un columbario, desembolso que no bajará de los 270 euros de media. En España cada vez se realizan más incineraciones y de hecho en más del 41% de las defunciones se opta por este sistema, Sin embargo, UCE aclara que «hoy por hoy en nuestra región no existe un ahorro en su elección», ya que «la diferencia de precio es realmente pequeña si lo comparamos con la opción de nicho a 50 años». La incineración tiene un coste medio en Extremadura e 735 euros, incluyendo una urna básica.

En ese sentido, el estudio de la Unión de Consumidores pone de relieve que en la región existen una media docena de hornos crematorios, sin embargo, no existe apenas competencia de precios, pues el más económico está en la ciudad de Badajoz, con un coste de 635,53 euros; le sigue Don Benito, con 672 euros; y el resto está entre los 726 y 735 euros, «un precio nada económico, sobre todo si tenemos en cuenta que hay familias que se decantan por adquirir un columbario para guardar las cenizas».

Actualmente casi todos los ayuntamientos ofrecen este servicio, con precios que van desde los 190,53 euros de la ciudad de Badajoz a los 630,00 euros de Mérida.

Además, hay que tener en cuenta que en Cáceres, Don Benito y Mérida el precio del nicho dependerá de la fila, situación (cementerio nuevo o viejo) y así la diferencia entre la primera y la última fila puede suponer un incremento de casi el 250% en el caso de Cáceres. En Mérida, la asignación de nicho se realiza por orden de llegada, aunque se da opción a ir directamente al económico si así se prefiere. En algunas localidades también existe la posibilidad de contratar un columbario para depositar la urnas con las cenizas cuyo coste va desde los 190,53 euros en Badajoz a los 641,27 de Cáceres.