Los contagios siguen a la baja, pero repuntan las muertes y vuelve a crecer la presión hospitalaria. Extremadura notificó este domingo 231 nuevos casos de coronavirus, la cifra más baja de positivos desde el 29 de octubre con tres jornadas ya consecutivas de descenso. Sin embargo, en las últimas 24 horas se han producido seis fallecimientos que elevan a 855 el total de víctimas desde el inicio de la pandemia, entre ellos el de un hombre de 49 años de Magacela. Además, la presión hospitalaria vuelve a subir con 332 pacientes ingresados, 11 más. En las UCI son 57 las camas ocupadas, una cifra que cae respecto a la jornada previa (-3) pero que aún se sitúa en los niveles máximos de la pandemia. De hecho, en las última dos semanas la presión sobre las unidades de críticos ha aumentado un 72%, al pasar de 33 a 57 camas ocupadas.

Según detalló Sanidad en su parte diario, además del varón de 49 años de Magacela, en las últimas horas también han fallecido una mujer de 95 años de Zafra, un varón de 61 años de Torre de Don Miguel (área de Coria), un varón de 71 años de Hervás (área de Plasencia) y otro hombre de 75 años de Cáceres. Con 332 pacientes ingresados, los datos también reflejan un nuevo aumento de la presión hospitalaria que se ha dejado notar sobre todo en el área de Badajoz, donde en las últimas 24 horas se han producido 13 nuevos ingresos en planta.

También sube la ocupación en Mérida con cuatro camas más y en Cáceres con dos, pero baja en Plasencia y Don Benito. Este nuevo repunte rompe cinco días consecutivos de descenso después de que la región alcanzara su pico de ingresos en esta segunda ola el pasado lunes 9 de noviembre con 413 camas ocupadas. Por lo que respecta a las UCI, hay que destacar que los datos apuntan una tímida mejora con 57 camas ocupadas, tres menos que en la jornada previa. Sin embargo, la presión aún sigue en los niveles máximos de la pandemia, especialmente en los hospitales de Badajoz (21 ingresos), Mérida (13) y Plasencia (nueve), donde ya se ha tenido que poner en marcha una segunda UCI con las camas adicionales de los planes de contingencia del SES. Hasta la fecha, el pico de ingresos en críticos son las 60 camas ocupadas el sábado, una cifra que se acerca a las 68 que supuso el registro máximo de la primera ola de la pandemia.