Las cifras no dejan lugar a dudas y la situación empieza a inquietar mucho al sector turístico extremeño, que ve como uno de los momentos ligados tradicionalmente al gran pico de actividad del año no pasará en el 2021 de ser «un fin de semana mediocre». La sensación generalizada es que asisten a otra Semana Santa perdida (tras la confinada del año pasado) y a un futuro lleno de dudas sobre si habrá o no una cuarta ola que también se lleve por delante su actividad en el mes de abril y mayo. Las reservas entre este jueves y el domingo están en Extremadura en torno al 52%, según el portal especializado Escapada Rural, aunque en Fextur rebajan ese dato y dudan de que se vaya a superar el 40% este año, muy lejos en ambos casos de ocupaciones por encima del 85% que suelen registrarse en estas fechas en Extremadura.

Como siempre, la situación es diferente en la región en función de los territorios (las reservas suelen acumularse en el norte, en comarcas como Gata la Vera o el Jerte), pero este año además también varían dentro de los mismos destinos en función del tipo de establecimiento: los que se adaptan a la limitación actual que impide compartir techo a más de 4 personas no convivientes están llenos o con un nivel de reservas elevado, mientras que los más grandes se encuentran bajo mínimos.

El cierre perimetral ha impedido además este año que lleguen clientes de Madrid, turistas ‘paisanos’ (los que proceden de la región y viven en otra comunidad), extranjeros (de paso a la costa) o los peregrinos de la Vía de la Plata, que acaparan un elevado porcentaje de las reservas en estas fechas.

«Aunque agradecemos enormemente a cada extremeño que ha hecho una reserva, no somos suficientes para cubrir todas las plazas que tenemos. Y estamos muy preocupados, porque con la incertidumbre que hay vemos que la situación no se va a recuperar hasta julio y eso no hay pulmón que lo aguante», analiza Victoria Bazaga, presidenta de la Federación Extremeña de Asociaciones de Turismo Rural (Fextur).

El norte al alza

Los atractivos del norte de la región y eventos como el cerezo en flor están dando cierto alivio a los establecimientos de estas zonas que se ajustan a las restricciones en vigor (los más pequeños) que esperan rozar el 95% de reservas en estos días según los datos de la Asociación Turismo Norte de Extremadura, si bien no se espera que en cifras globales las reservas en esta zona estén por encima del 60%: los hoteles suben al 75% y las casas rurales de gran ocupación que no llegarán al 10%, según los datos de este colectivo.

«El tiempo no va a ser especialmente bueno, pero la gente tiene tantas ganas de salir que va a salir igualmente», valora Ignacio Lozano, presidente de la Asociación Turismo Norte de Extremadura. Las reservas, de hecho, han ido repuntando en el norte de la región en esta última semana y se sitúan ahora 10 puntos por encima de los datos esperados hace siete días en el caso de los alojamientos. «Pero hay unos grandes perjudicados en todo esto que son además de los grandes alojamientos, las empresas de actividades, que no tienen clientes», apunta.

Aun así las escapadas rurales siguen siendo las que más interés suscitan en la región y las que más reservas están recibiendo. En las ciudades más grandes, la situación es muy diferente y la mayoría de los alojamientos están bajo mínimos. En los hoteles, por ejemplo, las reservas no llegan al 20% cuando lo normal es que en los establecimientos de ciudades como Cáceres y Mérida, con el reconocimiento internacional de sus desfiles procesionales, estos días las reservas estuvieran cerca del 100%.

«Sabíamos que con el cliente extremeño no podríamos llegar a más del 30%, porque la gente no se va a mover tanto sin el atractivo de las procesiones», razona Manuel Moreno, presidente de la Confederación de Turismo de Extremadura (Cetex). «Y aunque se muevan, no pernoctan. Van de visita a la ciudad y vuelve a dormir a casa porque las distancias lo permiten», añade. De hecho, hay hoteles que han cerrado en estas fechas al perder al cliente básico que les está permitiendo mantenerse ahora: los trabajadores de paso, que están de vacaciones estos días.

Futuro incierto

La situación en los apartamentos turísticos es igualmente complicada. «El cierre perimetral es para nosotros lo mismo que el confinamiento del año pasado. Si no pueden llegar nuestros clientes, no hay clientes», apunta María Fernández, presidenta de la Asociación de Apartamentos Turísticos (Aptuex), que alerta del difícil escenario que viven: «Muchos van a tener que abandonar, porque tanto tiempo sin ingresos es insostenible», advierte.