El peso de los compradores extranjeros en la adquisición de viviendas no llegó ni siquiera al 1% en Extremadura en el 2020. Se quedó en el 0,98% del total de operaciones formalizadas, según las estadísticas del Colegio de Registradores de la Propiedad y Mercantiles de España. Esta escasa relevancia del capital foráneo en el mercado inmobiliario de la región no es algo que pueda achacarse a los efectos de la pandemia: de los últimos nueve años, solo en tres se ha logrado alcanzar o sobrepasar esa barrera. El último de ellos fue el 2016, con un 1,12%.

Poco que ver con los datos que se registran en las comunidades isleñas y del arco mediterráneo, coincidiendo con las zonas de una mayor actividad turística. En Baleares representaron el año pasado un 29,4% del total; un 23,3% en la Comunidad Valenciana; un 22,8% en Canarias; y un 18,5% en Murcia. Son las cuatro que están a la cabeza. Por contra, solo en una, Galicia, se ofreció un dato inferior al extremeño, con un 0,82%. 

Por provincias, dentro de Extremadura la importancia de los compradores no españoles en el mercado residencial es superior en la de Cáceres, con un 1,23%, frente al 0,83% que concentran en la de Badajoz. En las dos, los marroquís figuran como la nacionalidad predominante.

En la provincia cacereña, «las zonas con más compras son La Vera y el Jerte», apunta Francisco Marroquín, presidente del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (COAPI) de Cáceres. Se trata de las dos comarcas que hasta ahora «más se han publicitado» en el ámbito turístico y que además cuentan con la ventaja de estar a poca distancia de Madrid. No obstante, agrega, también empiezan a cerrarse algunas operaciones tanto en Las Hurdes como en Las Villuercas, si bien de una forma aún poco significativa.

Aparte de los marroquís, entre el resto de clientes dominan, «por este orden, británicos y franceses», con una presencia ya «muy residual» del resto de nacionalidades. En cuanto al perfil, «son personas de la cincuentena para arriba, vienen muy poquitos jóvenes. Gente que llega buscando un retiro ideal y el ecoturismo y que suele vivir a caballo entre su país de origen y Extremadura, donde pasan largas temporadas», aclara.

Para Marroquín, la principal razón de que Extremadura se mueva en unos niveles tan bajos es que la comunidad continúa siendo una gran desconocida fuera de las fronteras españolas. «Lo que nos pasa es que no nos hemos sabido vender. Otros destinos sí que lo han hecho, pero hoy por hoy estamos a años luz de ellos», asegura el presidente del COAPI de Cáceres, que aventura también que la situación no tiene muchos visos de cambiar. «El extranjero ahora es más reacio que nunca a venir a zonas de la España despoblada», indica.

Los datos nacionales

En el 2020 el 11,3% de las transacciones de viviendas selladas en España correspondieron a extranjeros, frente al 12,6% que se había contabilizado en el 2019, alcanzando las 47.500 operaciones, frente a las 63.000 del ejercicio precedente. «Las restricciones de movilidad derivadas de la crisis sanitaria han provocado una mayor intensidad en el descenso que se venía observando durante los últimos años en el peso de los extranjeros en las compras de vivienda», apuntan los registradores. A pesar del ‘brexit’, los británicos siguieron liderando este mercado, llegando a suponer el 14,45% del total en el cuarto trimestre del año