Acaba de iniciar el que dice que será el último mandato al frente de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) tras más de 30 años defendiendo los intereses de la agricultura familiar, primero en Extremadura y luego como secretario general de la organización a nivel nacional desde 2004. Lorenzo Ramos (Valdelacalzada, 1958) se siente «ilusionado» con las perspectivas que se abren para el modelo de las explotaciones familiares y con los retos que su organización tiene para los próximos cuatro años, aunque no descarta tampoco echarse antes a un lado si se dan las condiciones para que los jóvenes tomen el relevo. «Nunca lo voy a entorpecer, aquí estoy para ayudar donde pueda aunque sea jubilado», asegura.

--¿Qué retos destacaría para los próximos cuatro años? 

Estamos en un momento ilusionante. Porque tras las grandes movilizaciones del año 2020 y lo que ha venido después con la pandemia, hemos conseguido hacer ver a la sociedad y a las administraciones que teníamos razón y que reclamábamos algo de justicia como eran precios justos para nuestros productos y vivir dignamente. Se están produciendo cambios con los que sí que pintan bien las cosas para que nuestros jóvenes no tengan dudas para incorporarse, porque una ley dirá que no se puede pagar por debajo de los costes de producción o la PAC, que se iba a recortar, no se ha recortado y además va a llegar mejor a la gente que más lo necesita. Es ilusionante y estamos en un momento histórico en el que se pueden conseguir cosas por las que llevo toda la vida trabajando.  

--UPA representa el modelo de agricultura familiar ¿Qué hueco tienen frente a un mundo cada vez más concentrado?

Si en España no ha habido un problema de desabastecimiento de alimentos durante la pandemia ha sido gracias al esfuerzo de la agricultura familiar, que son la mayoría de las explotaciones que hay. Habrá podido faltar gel hidroalcohólico o mascarillas, pero en España no han faltado alimentos y sí en muchos otros países. Eso nos sitúa ahora en un escenario en el que la gente da más importancia a lo que nosotros representamos. Somos un modelo de agricultura sostenible frente a las propuestas de modelos superintensivos que se pretenden montar y que son una absoluta barbaridad. Esa agricultura, en el momento que no les salgan las cuentas, desmontan y se van a otro sitio, mientras que la agricultura familiar siempre se va a quedar en el pueblo. 

--¿El modelo que se plantea para la próxima PAC es mejor que el modelo en vigor?

Estamos en el escenario idóneo para que puedan cambiar muchas cosas. En la última, con (Miguel Arias) Cañete como ministro, se nos abrieron muchas esperanzas porque la UE nos dio la oportunidad de definir en España el reparto de las ayudas, pero al final todo acabó quedando como estaba. Tenemos ahora una nueva oportunidad de que cambien cosas y el ministro (Luis Planas) se ha ofrecido a que el dinero se reparta con mayor justicia social y que se fijen unos techos máximos. Hay que llegar al modelo en el que cobre más los que más lo necesitan, porque hay sectores como el del olivar tradicional de montaña, que sin ayudas se perderá y perderemos el valor del aceite que obtienen. 

«Exigiremos que se cumpla la Ley de la Cadena Alimentaria y denunciaremos cada caso»

--El plan estratégico tiene en vilo a los tabaqueros ¿Confía en que se acabará salvando la región 24?

El ministro Planas dijo en la reunión que tuvimos hace un mes que tenía el compromiso de dar una solución a la situación del tabaco, aunque no se mantenga la región. Confiamos en ese compromiso y en que se mantenga la situación de región de especial sensibilidad. El Ministerio y La Junta saben que los tabaqueros no van a parar hasta conseguir que se dé una solución a su situación y nosotros vamos a estar con ellos.

--¿La modificación de la Ley de la Cadena Alimentaria en trámites da las respuestas que demandaban?

Cuando se aprobó en el 2014 introducía avances importantes pero tenía aspectos que sabíamos que no iban a funcionar y lo dijimos entonces, como los precios por debajo de los costes de producción. Ahora se está debatiendo ajustar la ley a una directiva europea que vigila también esos contratos entre los agricultores y las empresas que compran los productos, que serán obligatorios y estarán sujetos a un seguimiento por parte de la administración para perseguir las malas prácticas y los abusos que se producen en las condiciones. Tendremos que lograr que se cumpla la ley y vamos a denunciar cada caso que la vulnere, pero estamos ante una gran oportunidad.

--El campo no ha parado a la pandemia, pero sí muchos sectores que dependen de él ¿Cómo van a salir de esta crisis sectores como el de la ganadería o el vino?

Todos los sectores que dependen de la hostelería, van a necesitar ayudas importantes y se tienen que habilitar por parte de la Unión Europea. No es un problema exclusivo de España y así se debe abordar. 

«Confiamos en el compromiso del ministro (Planas) con los productores de tabaco»

--Uno de los problemas tradicionales del campo está en el relevo generacional ¿Hay una oportunidad para ilusionar a los jóvenes?

Hay muchos jóvenes muy preparados que han visto la oportunidad en le sector agrario y quieren dedicarse a él. Pero la gente joven se quedará si ve que le salen las cuentas, si no, estarán unos años y se marcharán. Es fundamental que salgan adelante todos los cambios que están sobre la mesa para favorecer ese relevo generacional. 

--¿Cómo está viviendo la investigación y el proceso judicial que se avecina sobre el presunto fraude en las subvenciones por asesoramiento en la organización UPA-UCE en Extremadura?

Nosotros tenemos claro que los compañeros son inocentes y que no hay ningún tipo de fraude porque nuestra organización ha prestado un servicio de asesoramiento a los agricultores que quisieron hacerlo y con el mismo sistema que el resto de organizaciones. En la instrucción ha quedado claro que el trabajo está hecho y estaba bien hecho y que si un agricultor hizo algo mal, se le había reclamado la devolución de las ayudas, como establece la legislación europea. Hemos vivido una situación desproporcionada desde el 2016 con registros, detenciones con imágenes de los compañeros esposados, y la misma desproporción tenemos en las consideraciones del fiscal. 

--¿Temen el juicio?

Queremos que haya un juicio cuanto antes, aportar lo que haga falta y demostrar que nuestros compañeros de la organización en Extremadura son inocentes y que UPA-UCE es una organización que no se dedica a defraudar sino a ayudar a los agricultores de Extremadura desde hace más de 40 años. Creo en la justicia y espero que se resuelva todo de forma favorable porque estamos convencidos de que hemos hecho bien las cosas. H