Extremadura es agua, pero agua que además ofrece salud a través de sus múltiples balnearios y hoteles con spa. El sector genera al año unas 330.000 pernoctaciones y en él trabajan 450 personas. A lo largo de la Vía de la Plata se encuentran distribuidas estas propuestas, ideales para puentes y fines de semana en pareja. La experiencia con el agua termal es inolvidable en todos los que la prueban. 

En el norte de la provincia de Cáceres destaca el balneario de Baños de Montemayor, un espacio para el relax y el descanso, repleto de instalaciones y servicios. El agua que se emplea procede de los manantiales ‘Columna’ y ‘Arqueta’, que están muy próximos entre sí. Las aguas están indicadas para procesos reumatológicos, artrosis, artritis y afecciones del aparato respiratorio. Tonifican y embellecen la piel. Sus termas transportan al visitante al mundo romano, origen de los baños, que han pasado por diferentes etapas a lo largo de los siglos hasta llegar a la actualidad. Incluso llegó a ser arrendado al político Alejandro Lerroux, quien impulsó tanto el hotel como el balneario. En la actualidad, es un ejemplo de innovación y adaptación al mercado. Tiene una línea propia de cosmética.

El pasado mes de febrero Baños de Montemayor fue declarada Villa Termal de excelencia en Extremadura, un reconocimiento que otorga el Gobierno regional. Se trata de unas de las categorías del reconocimiento de Excelencia Termal en Extremadura que se concede a aquellas localidades que entre otros aspectos cuenten al menos en los últimos años con una instalación de balneario activa en su casco urbano. Fue solicitada por el ayuntamiento de Baños de Montemayor tras un informe favorable del Consejo de Turismo de Extremadura.

En Hervás el Salugral es un complejo hotelero y balneario, Salugral Termal Resort, ubicado en pleno Valle del Ambroz y perfecto para una escapada romántica cualquier día del año. El hotel, de cuatro estrellas, está situado en una finca de 75.000 metros cuadrados. Las aguas están indicadas para tratamientos de enfermedades reumatológicas y problemas respiratorios crónicos, así como alergias. Son aguas hipotermales de elevada mineralización.

El Balneario de Fuentes del Trampal en Montánchez es un clásico y sus aguas oligometálicas ya eran empleadas por los vecinos en tiempos inmemoriales y atraían a viajeros de lugares remotos. Son ideales para afecciones como la anemia, afecciones cutáneas, reumatismo y artrosis. Se encuentra ubicado en uno de los parajes de bosque mediterráneo más bellos de la región. El balneario tiene ofertas para todos los públicos, tanto para visitantes alojados como para los que no lo están.

En el Valle del Jerte, en Valdastillas, se encuentra el balneario Valle del Jerte, en plena dehesa, rodeado de gargantas y cerezos. El agua fluye del manantial Vega del Salobral. Está considerado uno de los destinos turísticos más hermosos de toda Europa. Fue construido en 2006 y sus habitaciones son un ejemplo de confort y comodidad, con baño privado, climatización, minibar, televisión por satélite. Destaca su restaurante, su asador y su piscina exterior. Se cree que era el lugar de reposo de los reyes godos.

En Cáceres, el Balneario de Brozas, también conocido como Baños de San Gregorio, hunde sus orígenes en la época romana, como muchos otros. Impulsado por un sacerdote de Brozas, Cipriano Cabrera, en 2005, se modernizaron sus instalaciones dotándolas de los últimos adelantos y comodidades. Las aguas están indicadas para dolencias del aparato locomotor, piel, sistema nervioso o simplemente para relajación. Su temperatura de aplicación es de 36 a 38 grados.

El Hotel Spa Sinagoga (Hervás) y el Hotel Palacio de Arenales Spa (Malpartida de Cáceres) son otras interesantes propuestas de alojamiento en las que el agua es un aliciente para los huéspedes.

Ya en la provincia de Badajoz destacan el Balneario de El Raposo y el Balneario de Alange. 

El Raposo es uno de los pocos balnearios que está especializado en la aplicación de lodos naturales que se forman en un arroyo cercano al establecimiento. Su afamado restaurante combina vanguardia y tradición. Ha sido renovado recientemente. Se encuentra muy cerca de Zafra y su hotel está físicamente unido al balneario, gozando de certificación Q de calidad ISO 14001. Es un lugar perfecto para cualquier tipo de evento y destacan sus amplísimos jardines. La oferta de circuito termal es muy interesante.

Finalmente, el balneario de Alange a tan solo 18 kilómetros de Mérida, tiene como estandartes el Gran Hotel Aqualange y el Hotel Varinia Serena. Declarado Patrimonio de la Humanidad, aún conserva termas de dos mil años de antigüedad, restos árabes, bañeras del siglo XIX que conviven con las más recientes técnicas como el wellness o la hidroterapia. Evoca los balnearios centro europeos y tiene una gran escalera de acceso a la primera planta, cristaleras, galerías con columnas y barandillas de forja típicas. La variedad de técnicas que se pueden aplicar en él es enorme.