Un debate «con cierta altura y nivel». Lo dijo ayer el propio presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, que se congratuló de que seis horas de intervenciones desde la tribuna de la Asamblea hayan servido para que los grupos acuerden un nuevo pacto por la educación en Extremadura, la reforma de la Administración Pública o la gestión de los fondos europeos: más de 10.500 millones de euros que llegarán en los próximos siete años. En este último aspecto Fernández Vara excluyó al PP por el discurso crítico de José Antonio Monago (vaticinó que se convertirán en 10.500 millones «de frustraciones») y tendió la mano a Unidas por Extremadura tras alabar el discurso de su portavoz, Irene de Miguel, «la que tiene más claro de qué va esto». 

La sesión se retomó ayer con la intervención de los grupos parlamentarios y ya por la tarde, la votación de las 620 propuestas de resolución que se han presentado este año. Entre ellas, las que harán posible ese nuevo pacto por la educación, una propuesta que Fernández Vara lanzó el miércoles pero que Monago convirtió ayer en titular. El líder del PP planteó al presidente recuperar el espíritu de consenso de la Ley de Educación de Extremadura para cerrar un nuevo pacto por la educación y la Formación Profesional dotado con 200 millones de euros. Fernández Vara recogió el guante e hizo extensible la propuesta al resto de grupos, consciente también de que probablemente este año verá la luz la nueva ley de universidades que habrá que adaptar la realidad extremeña. 

Sin embargo, no todo fue entendimiento. La oposición en bloque acusó a Fernández Vara de «ofrecer lo mismo de siempre» en su discurso y le exigieron propuestas «radicales y valientes» para que Extremadura no pierda «su última oportunidad» con los fondos de recuperación de la UE. También criticaron la benevolencia hacia el gobierno de Sánchez y exigieron más presión. Fernández Vara se defendió alegando que «es un error hacer política en Extremadura todos los días hablando de Madrid» porque manifiesta una profunda falta de convencimiento en nuestras capacidades. «Prefiero salvar obstáculos y cogobernar», zanjó. 

«No será como siempre»

Los grupos exigieron en general más concreción sobre los proyectos en los que se invertirán los fondos europeos y criticaron la opacidad de la Junta frente a otras comunidades como Madrid, Galicia o País Vasco, que ya presentaron sus proyectos hace meses. «No, no será como siempre», aseguró Vara poniendo como ejemplo la fábrica de baterías que se instalará en Badajoz. 

«Nos ha ofrecido la vieja receta socialista de pasen por la ventanilla para las subvenciones», le replicó el líder del PP, que exigió a Vara que se «arremangue» porque las fábricas se irán al norte para contentar, «como siempre», a los nacionalistas. El líder del PP, que abrió la sesión de ayer, lamentó la «letanía» del discurso de Fernández Vara y recordó cuántas veces antes ha prometido «un sueño». «Se ha venido arriba prometiendo y poniendo ceros, pero no hay nada de realidad, solo 10.500 millones de frustraciones que vamos a recoger. Esto es a cara de perro y usted no se va a pelear con Sánchez porque le tiene pánico», dijo en su segunda intervención. 

En la misma línea se expresó el portavoz de Ciudadanos, David Salazar. A su juicio, los fondos europeos «son la munición para cargar las armas», pero mostró sus dudas de que Extremadura sea capaz de aprovechar esta oportunidad: la región lleva décadas disponiendo de fondos europeos en ingente cantidad «y sigue en el mismo sitio», entre otras razones porque nunca han venido acompañados en la misma disposición por parte del Gobierno central. «Extremadura ha ido perdiendo todos los trenes de desarrollo. ¿Por qué deberían (los extremeños) creerle ahora sobre la llegada de inversiones? Cambie la dinámica, por una vez sea valiente y acepte el pasado para cambiar el futuro», le dijo. 

Ciudadanos planteó al presidente un gran pacto para la reforma de la Administración Pública que junto al educativo, también será abordado por los grupos. La formación naranja propone la centralización en un único órgano administrativo de las competencias TIC con la creación de la ‘Agencia Digital de Extremadura’, que aglutine todos los recursos humanos y presupuestarios. Cs también apuesta por la formación dual, una reforma de la Universidad de Extremadura y del Sexpe, para que sea «una herramienta donde encontrar trabajo, no solo un lugar donde ir a apuntarse». Y en cualquier caso, considera necesario fomentar la inversión privada para que la única certeza clara de empleo no sean los puestos de funcionario que la Junta saque.  

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También la portavoz de Unidas por Extremadura, Irene de Miguel, defendió que Extremadura debe aprovechar la «oportunidad histórica» de los fondos covid para impulsar un cambio de modelo productivo. «Por desgracia vemos varias señales que nos indican que no hemos aprendido nada durante los más de 30 años que Extremadura ha sido objetivo uno para la UE», advirtió. La diputada pidió “ambición y audacia” a Fernández Vara para que las grandes empresas no copen el cien por cien de los fondos europeos. «Tenemos unas potencialidades enormes para engancharnos desde ya a la transición energética con nota», reconoció De Miguel para después rechazar el modelo «colonial» empresarial en Extremadura. La portavoz de Unidas Podemos pidió al presidente que no sea «tan sumiso con los grandes» y haga más democrático y redistributivo el beneficio energético entre la sociedad.

De Miguel consideró también indispensable que en este modelo «histórico» se haga «justicia» con los empresarios que respetan los derechos laborales, que fijan población y que tienen compromiso con Extremadura. «Ese empresariado patriota es el que debería beneficiarse de los fondos europeos prioritariamente», dijo De Miguel, que confió que a partir de ahora Vara le haga más caso ya que alaba su discurso.