Son los españoles que más fuman, y entre los que lo hacen, los que presentan un grado de adicción más acentuado; también quienes menos verdura comen a diario y ocupan uno de los últimos puestos cuando de practicar ejercicio físico se trata. La Encuesta Europea de Salud en España 2020, que ha dado a conocer recientemente el Instituto Nacional de Estadística (INE), refleja una imagen más bien poco halagüeña de los hábitos de salud de los extremeños, que quedan incluidos además entre los españoles que más refrescos azucarados beben o que menos pescado ingieren. En el lado positivo, en el estudio, elaborado con información recogida entre julio de 2019 y el mismo mes del año pasado, la región aparece con un porcentaje de población consumidora de alcohol inferior a la media española. 

Los datos se compadecen bien y pueden ayudar a explicar al menos en parte otros que ofrece la región, como el de que es la que tiene la segunda tasa de mortalidad por tumores más alta de España, tras Asturias, o la tercera con una menor esperanza de vida al nacer -únicamente supera a Murcia y Andalucía--. Sin embargo, choca más con la propia percepción que según la encuesta tienen los extremeños de su salud, tanto desde un punto de vista físico como psicológico. Casi ocho de cada diez extremeños de 15 años o más (un 79,5%) valora su estado de salud como bueno o muy bueno, el segundo mejor porcentaje entre todas las autonomías (a la cabeza aparece Baleares) y cuatro puntos porcentuales por encima de la media. 

El aspecto más preocupante que revela esta encuesta es el del elevado porcentaje de población fumadora que mantiene la región. En España el tabaco ocasiona más de 50.000 muertes al año, el 13% del total, según las cifras que maneja la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). Aparte de su vinculación con diferentes tipos de tumor, también tiene incidencia en las enfermedades cardiovasculares y las respiratorias.

A pesar de ello, más de una cuarta parte de los extremeños que tienen 15 o más años (25,32%) fuma a diario, superando de lejos el promedio estatal (19,78%). Entre los hombres la tasa se dispara hasta el 32,21%, frente al 18,6% de las mujeres. A ellos habría que sumar otro 2,05% que lo hace ocasionalmente y un 24,18% que son exfumadores, con lo que la proporción de extremeños que nunca ha fumado es de menos de la mitad (48,45%), la segunda más baja del país, algo por encima de Asturias, que queda por debajo porque casi un tercio de sus habitantes (31,3%) ha fumado en algún momento de su vida pero ya ha dejado el hábito. En Extremadura hay muchos consumidores de tabaco y también son los que parecen presentar un mayor grado de dependencia de él: cerca de un 38% de los que fuman a diario terminan con una cajetilla (20 cigarrillos) o más cada jornada. 

Entre los hombres la proporción se dispara hasta casi un tercio de los adultos

Por otro lado, mientras que en el conjunto del país se ha reducido sensiblemente el porcentaje de fumadores diarios desde la encuesta anterior, la del 2014 (entonces se rozaba el 23%), en Extremadura apenas si se ha experimentado un leve descenso de menos de tres décimas, desde el 25,61% que se contabilizó ese año. Tomando como referencia el 2009 tampoco ha habido mucha mejora, solo un punto porcentual (entonces se consideraba la población de 16 o más años). 

La encuesta incluye un apartado --solo con datos nacionales-- para comparar los indicadores de salud del periodo previo a la pandemia con los tomados en su transcurso, que apuntan a una ligera tendencia a la baja del hábito: los fumadores diarios caen del 19,99% al 19,38% en España y los ocasionales del 2,49% al 1,99%, por lo que tampoco es probable que en la evolución extremeña haya influido la covid. 

Con el alcohol, mejor 

La encuesta sí que ofrece datos algo mejores que la media española en lo que a la toma de alcohol se refiere. Quienes lo han consumido en el último año son el 63,45% de los extremeños de 15 o más años, por un 65,5% en España. Dentro de ellos, cuando se analiza el consumo intensivo (se entiende como tal la ingestión de sesenta gramos de alcohol puro en el caso de los hombres y de cincuenta gramos en el de las mujeres, lo que es el equivalente a seis cervezas o tres combinados, en un intervalo de cuatro a seis horas), en Extremadura casi un 80% no lo ha hecho nunca en el último año, por un 74,5% de media estatal.

Incrementar el consumo de frutas y verduras para llevar una vida más saludable es uno de los consejos en los que más insisten los nutricionistas, una recomendación que no parece que haya calado mucho en una gran parte de la población adulta extremeña. Solo un 11,64% de ella incluye verduras en su menú diario, la menor marca del país, cuyo promedio multiplica por cuatro el de la región. Si se añade la proporción de los que lo hacen tres o más veces por semana pero sin llegar a comerlas diariamente, la comunidad mejora algo, pero se mantiene en los puestos de cola (quinta comunidad por debajo). Algo parecido ocurre con la fruta, donde en la frecuencia diaria se ocupa la segunda peor posición, con un 55,8% (la media nacional es del 67,7% en un ‘ranking’ que cierra Baleares), pero agregando también a quienes la comen tres o más veces por semana se escala hasta la mitad de la tabla. 

Extremadura figura en los puestos de cola en consumo de verduras y pescado, aunque también es menor a la media la ingesta de alcohol

Tampoco juega a favor de la salud de los extremeños el que figuren como los terceros con un mayor consumo diario de refrescos con azúcar, con un 8,28%; que estén entre los que con menor frecuencia incluyen el pescado en su dieta; o que seis de cada diez (60,85%) no practiquen ningún ejercicio físico en su tiempo de ocio, una escasa afición por el deporte en el que son medalla de bronce, tras cántabros y gallegos.