La sanidad pública extremeña no tiene graduados en nutrición y dietética en sus plantillas. Ocurre en otras comunidades españolas, pero es impensable en la mayoría de los países de nuestro entorno. «La gente alucina, pero es la verdad, no estamos dentro de la sanidad a pesar de que están demostrados los beneficios de la nutrición tanto en la prevención de patologías como en su tratamiento. Y se ha visto claramente ahora con el covid-19 y su relación con un déficit de vitamina D. Porque la nutrición no es perder peso, somos esenciales en cualquier enfermedad», reclama Mónica Pérez, presidenta de la Asociación de Dietistas y Nutricionistas de Extremadura.  

El ámbito de actuación de estos especialistas, por tanto, se ciñe en la actualidad al ámbito privado, donde empiezan a apreciar cada vez una mayor preocupación por la salud: «Hay una mayoría que acude a nosotros preocupados por el peso y la cuestión estética, pero cada vez es mayor el porcentaje de población que nos llega por problemas digestivos, intolerancias alimentarias, trastornos del comportamiento alimentario... cada vez vemos más patologías», explica. Pérez cuenta que ahora son enfermeros, endocrinos o los pocos técnicos en dietética que hay en el SES los que elaboran, por ejemplo, los menús base en los hospitales, pero sin pautas particulares, o guían a sus pacientes con problemas de diabetes, colesterol...

«Cada vez nos vienen más personas con problemas digestivos, intolerancias, trastornos del comportamiento alimentario... vemos más patologías»

Mónica Pérez García - Presidenta de la Asociación de Dietistas y Nutricionistas de Extremadura

El colectivo está luchando para crear un colegio profesional con el que aunar esfuerzos para que el SES les reconozca primero como categoría y, luego, comience a integrarlos en la sanidad pública. ¿Cuáles serían los beneficios? «La prevención de patologías, la reducción del gasto sanitario, un menor consumo de medicamentos, mejor recuperación tras una cirugía, menor tiempo de ingreso hospitalario... Somos el único país sin nutricionistas».