Durante el primer estado de alarma de marzo del 2020 se registró tal caída de la demanda habitual en el transporte de viajeros por autobús que la Junta de Extremadura habilitó el sistema de transporte a la demanda en 33 líneas regulares de Extremadura con el fin de conciliar la petición de las empresas operadoras para adaptar para adaptar a la realidad sus servicios, con la garantía de una oferta de transporte público: con ese modelo se garantizaba que los ciudadanos pudieran acceder a servicios esenciales en localidades más grandes o acudir a sus puestos de trabajo. El sistema funcionó en un servicio que es deficitario y para el que se está trabajando en un nuevo mapa concesional que se prevé activar en dos años, y ahora la Junta acaba de avalar que se extienda ese modelo a todas las líneas regulares de transporte de viajeros en autobús que hay en la región, aunque solo se aplicará en aquellas que reúnan los criterios que han establecido, principalmente, que la demanda habitual sea inferior a cinco viajeros por vehículo. 

El Consejo de Gobierno aprobó a principios de junio la extensión del modelo a las 46 rutas autonómicas que hay en el modelo actual. En todo caso, se puede aplicar igualmente en las rutas de titularidad estatal que tengan su recorrido limitado a la región y su gestión haya sido delegada, según se recoge en el decreto ley que viene a articular este sistema y que se ha publicado ya en el DOE. 

Solo si hay usuarios

La medida busca «mayor eficacia y rentabilidad social y medioambiental», según explican desde la consejería de Movilidad, Transporte y Vivienda, donde apuntan a que de esa forma «se asegura la comunicación entre poblaciones, especialmente en el ámbito rural a través del transporte a la demanda que prioriza las necesidades de desplazamiento de la persona viajera». La premisa fundamental de este sistema es que el vehículo asociado a cada servicio circule únicamente en el caso de que haya personas que lo utilicen, con el fin de evitar así tener autobuses vacíos circulando por la región, no solo por el coste económico que supone sino también para reducir el impacto medioambiental.

La premisa esencial es que solo circulen los vehículos si hay viajeros

El sistema a demanda se podría aplicar en cualquier ruta o bien parte de la misma en el caso de vehículos que cubran, por ejemplo rutas escolares, según recoge también le decreto ley: una empresa puede decidir que dentro de un determinado área geográfica los servicios con destino a núcleos en los que se prestan servicios «sanitarios, docentes, administrativos o comerciales» queden atendidos con el régimen de ejecución ordinaria en determinados tráficos y el resto lo sean en régimen de transporte a demanda, lo que da pie también a poner en marcha la iniciativa que se planteó el año pasado para que las rutas escolares lleven también a otros viajeros. Pero en ningún caso, según se concreta en el decreto ley, el cambio de régimen a demanda «podrá suponer una modificación de las paradas establecidas para tomar o dejar usuarios, ni de los itinerarios o infraestructuras por los que deba discurrir el servicio». 

Las empresas serán las encargadas de informar del cambio y facilitar las solicitudes

La implantación del modelo en cada ruta requiere además de autorización previa de la Junta. Las empresas deben solicitar acogerse a este modelo en las rutas que consideren, pero será la administración regional quien determine si se dan las condiciones y fijará los tráficos que se atenderán mediante ese modelo, el número de vehículos mínimo, el calendario y el itinerario. El modelo ‘a demanda’ es además reversible y decaerá para cada ruta en la que se aplique si el volumen medio de viajeros se incrementa por encima de ese límite de cinco usuarios por vehículo.

¿Cómo se solicita?

Una vez autorizado el cambio de modelo, será la empresa la encargada informar «a través de los canales pertinentes» a las personas usuarias de las localidades que se vean afectadas. Se deberá especificar en lugares como las máquinas expendedores de billetes, las estaciones, los vehículos y las plataformas de venta on line de las empresas operadoras, con el fin de que los usuarios puedan gestionar cómo se llevará a cabo la solicitud. Se hará una campaña de divulgación en los ayuntamientos, para que den a conocer el servicio.

Las claves

  1. Deficitarios: El modelo actual de concesiones y el aumento del vehículos privado hacen que el servicio sea deficitario desde hace años. La Junta aprobó 7,3 millones el año pasado para compensar ese déficit.
  2. Rutas escolares: El año pasado ya se planteó la posibilidad de compartir usuarios escolares y generales para atajar ese déficit. El decreto abre ahora una vía para que se pueda llevar a cabo.
  3. Nuevo mapa: La Junta trabaja ya en el nuevo mapa del transporte regular en autobús y se espera que en dos años se empiecen a gestionar las primeras concesiones bajo ese modelo.