El cierre de bares y restaurantes durante las semanas de confinamiento y las duras restricciones a las que en los meses siguientes tuvieron que hacer frente la hostelería y el turismo hicieron que en 2020 el gasto en comida y bebida se hundiese en estos establecimientos. No obstante, a la vez que el coronavirus cerraba la puerta al consumo alimentario fuera de casa, le abría de par en par la de los domicilios

En el año de la pandemia los extremeños gastaron una media de 1.374,2 euros por persona en productos de alimentación. Fueron 137 euros más (un 11% de auge) que los que se habían gastado per cápita en 2019, según el informe anual sobre consumo alimentario elaborado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA). Esta progresión se produjo como consecuencia, fundamentalmente, de la variación en el volumen adquirido, que aumentó un 9,8%, hasta alcanzar los 622,6 kilos o litros (55,6 más que en el ejercicio anterior). Se trató de una menor oscilación que la experimentada por el gasto, diferencial debido a la inflación que acusaron los artículos de alimentación, espoleados por la fuerte subida de la demanda que se produjo en supermercados y tiendas, especialmente durante los meses del confinamiento y en los días previos a este. En promedio, el coste de los alimentos ascendió un 2,7% con respecto al año inmediatamente anterior.

En el ‘ranking’ autonómico, Extremadura quedó en última posición en términos de gasto en alimentos y la penúltima si lo que se considera es el volumen (superando aquí a los riojanos). En todo el país, las medias acumuladas en estos doce meses fueron de 1.716,3 euros y 689,5 kilos o litros per cápita. Cantabria, Castilla-La Mancha, Andalucía y Comunidad de Madrid (en orden descendente) también quedaron por debajo de la media de consumo española, que fue superada por Baleares, a la cabeza de todas las autonomías, Canarias, Cataluña, Galicia, Asturias, Castilla y León, Navarra, Aragón, Murcia, Comunidad Valenciana y País Vasco. 

No compensó a la caída en la hostelería

En cualquier caso, el mayor gasto y consumo de comida y bebida que las familias españolas realizaron el año pasado en sus casas no sirvió para compensar el desplome que se produjo en bares o restaurantes. Con buena parte del año teniendo que permanecer cerrados o, en el mejor de los casos, trabajando a medio gas, la facturación en el canal Horeca se precipitó un 36,8% (37,7% si se considera en volumen).

En total, del bolsillo de los españoles salieron 102.082,72 millones de euros destinados a la compra de estos artículos en 2020, lo que supone un descenso del 3,2%. Del gasto total, 79.348,25 millones de euros corresponden al consumo realizado en el ámbito doméstico (77,7%) y los restantes 22.734,47 millones de euros al efectuado fuera de él (22%). Así las cosas, cada español dedicó de media 2.383,49 euros para comida y bebida, ya la disfrutase en su casa o en otros lugares, una cifra que supone un 7,2% de caída respecto al año precovid.

En cuanto a los canales de compra para el hogar, la pandemia ha provocado un más que significativo repunte (del 61,5%) del comercio electrónico, aunque sigue siendo el que menor cuota de compra (2,3 %) presenta todavía.

En este sentido, los supermercados continúan siendo los claros dominadores, con una cuota del 47,6% y un incremento del volumen comprado del 9,8%; seguidos por las tiendas de descuento (15,1% de cuota y +8,9 % en volumen). A continuación figuran la tienda tradicional (13,8 % y un +14,7 %, respectivamente) y el hipermercado (13% y +9,2 %).