Poco a poco por fin nos vemos las caras, comenzamos a reconocernos por la calle y a acudir a eventos o citas sociales con amigos que hasta ahora sólo veíamos por videollamada. El pasado 26 de junio se eliminó en nuestro país el uso de la mascarilla obligatoria en exteriores. A partir de ese día, a la preocupación por la vestimenta cada vez que salimos de casa, se ha sumado la inquietud por el estado de nuestro rostro. «Las mascarillas dejan paso, de nuevo, a las sonrisas», así describió Carolina Darias, la Ministra de Sanidad, esta noticia con la que ahora llega el ‘boom’ de los retoques estéticos.
Aunque aún no existen informes que reflejen el impacto de la pandemia en el sector de la cirugía y medicina estética, la tendencia se encuentra al alza. «El número de tratamientos que estamos realizando ahora mismo supera a los de años anteriores y 4 de cada 10 pacientes que recibimos se realizan retoques faciales», calcula María Rodríguez, propietaria de su propio centro estético en Cáceres. Las mascarillas debilitan la musculatura de la zona facial y hacen que la piel sufra en exceso por la falta de oxigenación. Existen distintos procedimientos para cuidar y mejorar la imagen personal. Uno de los tratamientos más demandados es la radiofrecuencia fraccionada, que ayuda al rejuvenecimiento de la piel con un tiempo de recuperación mínimo y sin riesgos. De esta manera, los tejidos se regeneran de una forma completamente natural y entre sus efectos también está la reducción de arrugas.
Otros tratamientos faciales
La limpieza de cutis o los peelings también han sido bastante reclamados en los últimos meses porque es la mejor forma de renovar la piel logrando la eliminación de manchas, acné o cicatrices ocasionadas, en muchos casos, por el uso de la mascarilla. Algunas pacientes como Ana (nombre ficticio), aún les avergüenza reconocer públicamente que se realizan este tipo de retoques o tratamientos, quizás por los prejuicios que aún existen en nuestra sociedad hacia este tema. Ella, con 46 años y administrativa, no dudó en acudir a la clínica de María Rodríguez. Tomó la decisión de hacerse un retoque estético a raíz de la recomendación de una amiga. «He aprovechado el uso de la mascarilla para hacerme un tratamiento que viene muy bien para las cicatrices de los granitos que me han salido en la zona de la barbilla debido a la mascarilla», cuenta. Los resultados le han proporcionado una imagen más cuidada y tiene pensado regresar a la clínica para seguir con más tratamientos.
Uno de los retoques estrella es la blefaroplastia, que tiene como objetivo corregir el exceso de piel en los párpados tratando las bolsas que se generan en la zona inferior de los ojos. Esta ya era la tercera intervención más solicitada antes de la pandemia, pero según la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE), desde la llegada del coronavirus se ha incrementado un 30%. Con la mascarilla cubrimos la mayor parte de nuestro rostro a excepción de la zona ocular. Por ello, eliminar las arrugas alrededor de los ojos es importante para muchos usuarios que buscan tener una mirada más expresiva.
Una curación más sencilla
La especialista en estética integral, María Rodríguez, explica que algunos de los pacientes que acuden a su clínica lo hacen aprovechando el uso del cubrebocas para que el proceso de curación fuera más ‘invisible’. «Ahora cuando hay enrojecimientos, reacciones o inflamación de la zona facial, no se ven mientras se está normalizando la piel debido al uso de la mascarilla. Esta razón ha ayudado a muchos clientes a decidirse para hacerse estos tratamientos».
Los retoques faciales no han sido los únicos que han aumentado, tal y como señalan desde la firma extremeña DBMaxilo Dental, con clínicas en Badajoz, Plasencia, Zafra y Don Benito. «La salud y la estética han pasado a ser una prioridad para muchos de los usuarios. Antes tenían miedo a pasar una temporada con brackets y este año como llevaban la mascarilla en la calle han aprovechado para hacerse este tipo de tratamientos», explica Silvia Serrano, responsable de esta red de clínicas.
La ortodoncia trata de corregir problemas dentales como la colocación de los dientes, el apiñamiento de estos, los diastemas o problemas de mordida. Además la empresaria de DBMaxilo reconoce que en su clínica cada vez están haciendo con más frecuencia la colocación de implantes con carga inmediata, «eso significa que el paciente entra y sale de la clínica con dientes».
Esther Alonso, sanitaria jubilada con 65 años de edad, ha sido una de las muchas mujeres que han acudido a una clínica dental en los últimos meses para someterse a un retoque estético. «He aprovechado el uso de la mascarilla para hacerme una ortodoncia invisible lite». Este tratamiento consiste en la corrección de la posición de los dientes mediante aparatos que no son perceptibles a la vista. «Estoy muy contenta con el resultado, me han quitado años de encima», manifiesta.
Otra tendencia que seguirá creciendo durante los próximos meses en la de los blanqueamientos dentales o el uso de carillas, unas finas láminas que se adhieren al diente para mejorar su aspecto estético. Carmen Jurado, directora de la clínica dental Vitaldent en Cáceres, cuantifica que en su centro «durante todo el año 2019 tuvimos 48 ortodoncias, en 2020 otras 48 y durante el primer semestre de 2021 llevamos ya 72», un incremento considerable. En cuanto a los implantes señala que «en 2019 fueron 368, en 2020, 352 y en lo que llevamos de 2021, 360».
El sector de la cosmética también prevé un leve crecimiento en la venta de maquillaje de cara a las próximas semanas. «Poco a poco estamos vendiendo más barras de labios. También se usan mucho los fijadores de maquillaje», comenta Roberto Minguez, gerente de la tienda Make Up Kiss Me de Cáceres. Aunque aún no se atreve a hablar de una recuperación en el sector porque la mayoría de gente sigue usando la mascarilla, «iremos mejorando poco a poco, cuando la gente coja confianza y la vaya dejando de usar».
Tras una época difícil, ahora los extremeños están recuperando la ilusión y la motivación por su imagen. Esto se traduce en buenas noticias para el sector de la cirugía y medicina estética que ha visto crecer la demanda de nuevos usuarios para cambiar parte de su rostro.