La presidenta del Clúster de Turismo de Extremadura, María José García Curto, augura una mala temporada de verano para el sector porque la «incertidumbre» de las medidas sanitarias por la subida de la incidencia de la pandemia y la posibilidad de los cierres perimetrales de las localidades, está provocando anulaciones de reservas y otras que no se materializan por temor a no poder desplazarse.

Así lo señaló ayer García, que hace unas semanas se mostraba más optimista porque «parecía» que había un incremento de reservas en los establecimientos hoteleros de la región, principalmente en alojamientos rurales del norte de Cáceres, pero se han anulado muchas reservas debido a los cierres perimetrales de localidades como Moraleja, puerta de entrada a la Sierra de Gata.

«Al principio hubo un incremento y se empezó a tener un poquito de alegría porque se activó el turismo pero se ha vuelto a caer porque las noticias de la incidencia no son buenas», recalcó García a preguntas de los medios tras la firma ayer en Cáceres de un convenio de colaboración con el Círculo Empresarial Cacereño (CEC).

García Curto: «Al principio empezó a haber alegría y se activó el turismo, pero se ha vuelto a caer»

Según dijo, sí que ha aumentado la petición de información de reservas pero luego «no se materializan» y, aunque Extremadura no es un destino de veraneo ya que la temporada alta se sitúa en primavera y otoño, sí que algunas ciudades como Cáceres acogen muchos visitantes de paso de norte a sur para bajar a las playas.

ESPERANZA EN LAS PISCINAS / «Esperamos que se active el sector a partir del 15 de julio pero no hay buenas expectativas», subrayó la presidenta de esta organización que aglutina entidades de todo el tejido turístico extremeño que, a día de hoy «no» ve la recuperación del sector tras la pandemia.

No obstante, confía en que la apertura de las piscinas naturales del norte de Cáceres atraigan visitantes pero esto no implicará el aumento de las pernoctaciones porque, como mucho, son desplazamientos de un día o del fin de semana, que no solucionan la economía de las empresas regionales que dependen del turista foráneo.

García se lamentó de que los turistas de fuera de la región y de origen internacional «no acaba de despegar» por las restricciones sanitarias y las medidas decretadas que pueden cambiar de un día para otro, ya que los cierres perimetrales provocan cancelaciones e «incertidumbre» y las reservas no surgen hasta 24 o 48 horas antes de la llegada.

En parecidos términos se pronunció el tesorero del Clúster del Turimo, Rafael Pintado, que también gestiona los barcos turísticos del Tajo. Pintado calificó la situación del sector de «dantesca» porque se están produciendo muchas anulaciones y «el empresario de turismo está soportando todo el sacrificio de la sociedad». «Se nos ha obligado a cerrar por el bien de todos pero las actuales medidas de cierre perimetrales hará que se cierren más empresas todavía», recalcó, al tiempo que pidió que se puedan realizar test de antígenos en los propios establecimientos hosteleros, como ya ocurre en Portugal, para dar más seguridad a los visitantes. Así, recordó que el sector del turismo lleva un año pidiendo que los test de antígenos se liberalicen para que se puedan utilizar de forma privada y en establecimientos hosteleros. «Vamos tarde mal y siempre soportando los mismos la crisis».