Cuba está en un momento inaudito de su historia. Una semana después del inicio de las multitudinarias manifestaciones contra el Gobierno de Miguel Díaz-Canel al grito de «libertad», son muchos los cubanos residentes en el extranjero que siguen mirando con expectación lo que ocurre en su país de origen. La pandemia ha generado un clima de malestar entre la población a raíz de la grave situación que atraviesa el país debido a la fuerte escasez de alimentos, medicinas y otros productos básicos, además de los continuos cortes de electricidad.

 En Extremadura residen unos 351 cubanos: 220 lo hacen en la provincia de Badajoz y 151 en la de Cáceres, según datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Varios de ellos se han concentrado esta semana en la ciudad pacense para expresar su opinión y denunciar desde la distancia la pésima situación por la que atraviesa su país. Banderas y pancartas reivindicativas en las que se podían leer peticiones como «No más represión» o «Patria y vida», se han sumado a la campaña internacional #SOSCuba lanzada por la sociedad civil en redes sociales con el principal objetivo de visibilizar estos sucesos.

En busca de un futuro mejor

Linzahi Sotomayor lleva trece años viviendo en Extremadura. Aquí trabaja como auxiliar administrativa en una empresa distribuidora de bebidas. Abandonó su tierra natal por temas económicos y con el objetivo de forjar un futuro para ella y su familia. Describe que «la situación de Cuba ahora mismo es caótica, preocupante, crítica y triste». A la fuerte crisis económica que está sufriendo el país, se ha unido la llegada del coronavirus y la carencia de necesidades básicas. Según cuenta, las protestas parten de la reivindicación de una vida digna y la solicitud de ayuda a la comunidad internacional: «hay mucha falta de alimentos y los hospitales están colapsados, Cuba necesita ayuda humanitaria».

«La situación de Cuba ahora mismo es caótica, preocupante, crítica y triste. Se necesita ayuda humanitaria»

LINZAHI SOTOMAYOR - AUXILIAR ADMINISTRATIVA

A Linzahi, como otros tantos compatriotas, le ha resultado complicado contactar con sus familiares y amigos residentes en Cuba debido a las continuas interrupciones de internet. «Estoy muy preocupada por lo que le pueda pasar a cualquier persona: no solo mi familia, sino también amigos y conocidos». Uno de sus sobrinos pequeños ha sido llamado para realizar el servicio militar obligatorio y pertenece a uno de los grupos que ha solicitado Díaz-Canel para aplacar las manifestaciones. «Mi sobrino no tiene preparación militar ni de defensa personal, está ahí porque tiene que cumplir con la obligación». Pese a esto, suspira tranquila porque de momento toda su familia «afortunadamente, está bien».

Recuerdo del ‘Maleconazo’

Historiadores y expertos ya señalan que estas protestas han sido más fuertes que el denominado ‘Maleconazo’, otra histórica movilización contra el régimen castrista que tuvo lugar en 1994. Aquella vez, la solución fue empujada por la apertura de la posibilidad de que quiénes quisieran salir de Cuba, lo hicieran. «Nunca había visto así al pueblo cubano. A lo largo de la historia han habido algunas manifestaciones pero nunca al nivel de esta», considera Linzahi.

Yaigel Roque tiene 37 años, es técnico en electrónica y fotografía y llegó a Extremadura en 2018 motivado por un contrato de trabajo. Por su edad, no recuerda apenas nada del histórico ‘Maleconazo’. Aunque coincide con Linzahi en que «la situación que se está viviendo en Cuba nunca ha ocurrido y afirma ver «una guerra civil ahí porque la ciudadanía ha perdido el miedo». Reivindica que «el mundo debe saber que Cuba tiene una dictadura, están machacando al pueblo y violando los derechos humanos».

«Hay una guerra civil, el pueblo ha perdido el miedo. El mundo debe saber que Cuba tiene una dictadura»

YAIGEL ROQUE - TÉCNICO EN ELECTRÓNICA

Afincado en Badajoz tras formar una familia, narra inquieto que su mujer «ha ido a Cuba casualmente la semana pasada y se ha encontrado con las protestas». Está preocupado por lo que le pueda ocurrir y porque no sabe cuándo podrá retornar a España. «Estoy intentando cambiarle el billete de vuelta para que regrese de allí lo antes posible», explica. Por otra parte, su mujer ha preferido no manifestar públicamente su opinión desde Cuba por temor a que reconozcan su identidad y no le permitan volver a nuestro país.

«Cuando vivía allí tuve un negocio. En cuanto comenzó a despegar y a ser popular en la zona me lo cerraron». Yaigel denuncia que el gobierno no deja «que nadie prospere hasta lo que ellos tienen diseñado que pueden prosperar los cubanos». Sobre el futuro más próximo de su país, no sabe «cómo terminará esta situación porque hay mucha represión y el pueblo no tiene cómo defenderse, aunque sea mayoría frente al gobierno. Si no hay una intervención desde fuera que nos ayuden, no creo que sirvan las protestas», vaticina.

«Después del pasado domingo, Cuba cambió y jamás volverá a ser la misma. La actuación del gobierno fue pésima»

EDUARDO CREGO - MÁNAGER DE ARTISTAS

Eduardo Crego suma trece años residiendo en la ciudad de Cáceres. Trabaja como mánager de artistas, entre ellas, la cantante cacereña Pilar Boyero. «Después del pasado domingo, Cuba cambió y jamás volverá a ser la misma, se pasaron varios límites para bien y para mal», señala. Asimismo, valora la actuación del gobierno de Díaz-Canel como «pésima». Puntualiza que «lo que debió de hacer el presidente en lugar de llamar a matarnos entre los cubanos es el diálogo nacional, el respeto a las autoridades sin prepotencia ni amenazas y derribar el bloqueo interno».

Yohanys Higarro, tiene 46 años y es ingeniero mecánico. Abandonó su país por la misma razón que el resto de entrevistados: buscando un lugar donde vivir más esperanzador. Tiene claro el porqué de lo que está pasando. Las protestas presentan una novedad y es que «antes la gente que no estaba de acuerdo con el régimen salía del país, ahora los que protestan lo hacen porque de verdad quieren vivir en Cuba pero de otra manera». Asimismo, lamenta que «la realidad es que están muriendo personas. El sistema actual del gobierno no funciona».

Un punto de encuentro

La Asociación Cubano-Extremeña (Ascuex) es la entidad encargada en nuestra región de apoyar a los inmigrantes cubanos establecidos en Extremadura. Les proporcionan ayuda para insertarse en la sociedad, además de servir como un espacio de entretenimiento y recreo para los cubanos. Esther Petitón es la vicepresidenta de esta agrupación y no permanece ajena a lo que está ocurriendo en su país de origen. «La situación se les ha ido de las manos», recalca. Reconoce que a nivel emocional se siente «impotente» porque quiere ayudar a su pueblo.

«La realidad es que están muriendo personas, el sistema actual del gobierno no funciona»

YOHABYS HIGARRO - INGENIERO MECÁNICO

Aunque son casi 7.000 los kilómetros que separan Extremadura de Cuba, Esther considera que «existen muchísimos vínculos entre los cubanos y los extremeños». La finalidad de crear una entidad como Ascuex responde a la búsqueda de la unificación entre todos los cubanos que residen en nuestra comunidad autónoma. «Buscamos el bien común, unirnos para cualquier cosa independientemente de la ideología de cada uno», señala.

Pese a la distancia, los cubanos residentes en nuestra región se encuentran expectantes y con cierto temor ante el devenir de los hechos y lo que les pueda ocurrir a sus compatriotas. Reclaman la democracia como la mejor solución para mejorar la situación de crisis sanitaria y económica que atraviesa su país de origen.

Recaudan material en la región para enviarlo a Cuba

«Ayuda para nuestros hermanos y amigos cubanos», solicita Osvaldo Denes, un hostelero que salió de Cuba y se reinventó en Badajoz, donde vive con su mujer y sus dos hijas pequeñas hace ya más de una década. Esta semana pidió en su muro de Facebook que todos aquellos interesados en donar medicamentos para la Isla pueden hacerlo poniéndose en contacto con él o dejándolos en el Café-Bar La Marina (situado en el Paseo de San Francisco, 1, Badajoz) siempre que se encuentre abierto. «Aún estoy estudiando cómo enviarlos, no sé si a través de compatriotas que viajen hasta allí o mediante alguna organización que se encargue de la ayuda humanitaria». Lo que sí tiene claro es que su principal objetivo es apoyar a Cuba desde la distancia para intentar paliar la actual crisis sanitaria.

Esta recaudación de medicamentos en Extremadura coincide con el anuncio de una de las primeras medidas por parte d el Gobierno de Díaz-Canel tras las protestas de esta semana. Las autoridades han acordado que hasta el próximo 31 de diciembre de 2021 se autorizará de manera excepcional que los viajeros importen alimentos, productos de aseo y medicamentos sin límites ni pago de aranceles.