Un aliado más para detectar imprudencias y cazar infractores. Las carreteras extremeñas contarán en breve con dos herramientas más para garantizar que todos los conductores cumplen con las normas de seguridad al volante. Se trata de dos drones que la Dirección General de Tráfico (DGT) enviará a la comunidad próximamente, esperan, aunque aún no lo han hecho desde que se anunciara a principio de julio. «Estamos todavía a la espera de la recepción en Extremadura, ya nos han remitido toda la información y esperamos que lleguen pronto y ponerlos en funcionamiento cuanto antes», señala la jefa provincial de Tráfico de Cáceres, Cristina Redondo

Serán los primeros drones de vigilancia que tendrá la comunidad. «Aquí en la provincia de Cáceres, por ejemplo, ya contamos con un dron pero está destinado a misiones de regulación de tráfico, no para labores de vigilancia y control como estos nuevos que llegarán ahora», explica la jefa provincial. «Para lo que son misiones planificadas con nuestros propios medios en Extremadura todavía no disponemos de esta herramienta, que estamos a la espera de recibir y vendrá para quedarse», añade. No obstante, apunta, que ya se han podido emplear en algún momento en la comunidad. «Nosotros dependemos del centro de gestión de tráfico de Madrid y ellos sí disponen de una flota tanto de helicópteros como de drones que realizan misiones en todo el área de influencia con cierta frecuencia». 

De hecho, esta tecnología se incorporó a la Dirección General de Tráfico a modo de prueba en mayo del 2018 y desde agosto del 2019 se destinan a la vigilancia y detección de infracciones. Estos sistemas, de diseño y fabricación española, se dirigirán especialmente a vigilar conductas temerarias al volante, tramos con alto riesgo de accidentes y carreteras con mayor tránsito de usuarios vulnerables, como ciclistas, peatones y motocicletas, y las infracciones se podrán notificar en el momento. Así, en estos casi dos año en uso en el país, estas aeronaves han detectado más de 600 infracciones al volante. «Se han convertido en uno de los medios más efectivos de detección del uso de telefonía móvil al volante» (representan el 12,5% de las infracciones totales detectadas con vehículos aéreos), del uso incorrecto de cinturón y de los sistemas de retención infantil (15,9%), y de adelantamiento a ciclistas sin respetar la distancias mínimas de seguridad (4%), según datos de Tráfico.

Para ello es necesario contar además de con un piloto que conduzca el dron, con un operador de cámara y un agente de la agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, que se encargará de mostrar la infracción e imponer la correspondiente sanción al conductor.

La DGT explica que estas aeronaves se utilizan también para monitorización y apoyo a la regulación en operaciones y eventos especiales en los que se concentra un elevado número de movimientos en carretera; para misiones ordinarias de regulación complementarias a las desarrolladas por los helicópteros; y para apoyar en situaciones de emergencia que por su gravedad afecten de manera notable a la circulación y seguridad de los usuarios de la vía.

Todos los dispositivos operan a una altura de 120 metros, con un radio de acción de entre uno y dos kilómetros y con una autonomía de hasta cuarenta minutos. Pueden alcanzar los 80 kilómetros por hora y soportar hasta 45 grados de temperatura. Su puesta en marcha la realiza un piloto, que se ocupa de la manipulación de los controles de vuelo, y un operario que maneja la cámara, funciones ambas que pueden ser realizadas tanto por personal de la Dirección General de Tráfico como por agentes de la Agrupación de tráfico de la Guardia Civil, previa obtención del certificado requerido. La infracción captada por drones podrá ser notificada en el acto por un agente de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil o ser tramitada posteriormente por las autoridades competentes. Todas las sanciones dispondrán del fotograma correspondiente con la evidencia de la infracción cometida por el conductor.

Doce personas han perdido la vida al volante desde que empezó este año

Las carreteras extremeñas se han cobrado la vida de doce personas en lo que va de 2021. En concreto, entre el 1 de enero y el pasado 22 de julio se han producido en Extremadura un total de doce accidentes mortales en los que han fallecido doce personas. El año pasado hasta la misma fecha habían muerto 11 personas en la región por accidente de tráfico, sin embargo, en el 2019 hubo 20 fallecidos en el mismo periodo de tiempo. La pandemia está detrás de este descenso de la siniestralidad y la mortalidad en carretera, que también se aprecia a nivel nacional, especialmente en el 2020, ya que casi todas la comunidades están experimentando repuntes en lo que va de 2021. Los fallecidos se han incrementado un 25% respecto al año anterior.