Un gran problema que cada vez está más cerca de convertirse en realidad: el 42% de los médicos de familia de Extremadura se jubilarán en la próxima década y no hay relevo suficiente. Si no se toman medidas, solo en los próximos cuatro años saldrán del sistema 380 profesionales y está previsto que en el mismo periodo 238 culminen su formación. Son 142 menos de los que se van a necesitar, teniendo en cuenta que no todos los que terminan la residencia son extremeños y se quedan aquí. Y a este déficit previsto hay que sumar otro dato: las 95 plazas que ahora están sin cubrir y que suponen el 7,5% de una plantilla conformada por 1.253 profesionales. 

El problema de falta de médicos no es nuevo y ya se preveía cuando se puso en marcha el actual Plan de Ordenación de Recursos Humanos del SES en el año 2015. Un documento que debía haberse renovado en 2020 con nuevas medidas pactadas con los sindicatos, pero que aún sigue vigente debido a la pandemia y sin previsión de modificarse antes de 2022. En el aire, cuestiones como ampliar la edad de jubilación de los médicos a los 70 años voluntariamente con una serie de requisitos, entre ellos que haya plazas vacantes y las bolsas estén vacías. 

Mientras tanto, desde la Consejería de Sanidad explican que una de las medidas que se ha tomado para combatir la situación es la de «fidelizar» a los residentes que terminan cada año su periodo de formación en la región. De esta manera, se estableció un procedimiento de bolsas de trabajo con carácter abierto y permanente para que cualquier aspirante que termine pueda inscribirse «de una forma ágil y rápida». El objetivo, poder ofertar al mismo tiempo que se acaba la formación las plazas que están sin ocupar. 

«Con este procedimiento, en este año 2021 se ha conseguido que de los 58 residentes que han finalizado en el Servicio Extremeño de Salud la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria, 42 (el 72%) se hayan quedado trabajando con nombramientos estables. Además, otros dos residentes que han realizado su periodo de formación fuera también han comenzado a trabajar en el SES», afirma la consejería.

Por otra parte, para paliar la falta de profesionales en las zonas rurales de difícil cobertura y hacerlas más atractivas, se establecieron medidas como una mayor puntuación en las bolsas de trabajo por los servicios prestados y permitir renunciar al nombramiento tras dos años.

Mejores condiciones laborales

«Esto se tiene que solucionar, a los médicos hay que retenerlos», explica sobre la situación María José Rodríguez Villalón, secretaria general del Sindicato Médico de Extremadura (Simex). A su juicio, son muchas las causas de un problema que viene de lejos, que se ha visto agravado por la pandemia y ahora también las vacaciones de verano. «En Atención Primaria no se cierran consultas, las hace el médico de al lado, y no se es consciente del nivel de sobrecarga y saturación», lamenta. 

A su juicio, son necesarias soluciones inmediatas y a corto plazo, como por ejemplo la equiparación salarial «no ya con el resto de España, sino con las comunidades limítrofes». También regularizar las acumulaciones, porque esas 95 plazas que están sin cubrir cuentan con dotación presupuestaria. «Son medidas inmediatas que solo exigen su aprobación en Consejo de Gobierno», explica. 

Pero no se trata solo de una cuestión económica. También hay que tener «visión a futuro». Y en ese sentido, desde el sindicato plantan una reorganización integral de la Atención Primaria en Extremadura y apuntalar unas buenas condiciones laborales para evitar que las oposiciones (que se convocan con más regularidad que en otras comunidades) se conviertan en un trampolín para conseguir una plaza en la Administración Pública y optar luego a un concurso de traslados.

El 4% de los MIR han renunciado a su plaza

El 4% de los médicos de familia que iban a realizar el MIR en Extremadura han renunciado a su plaza. Según los datos facilitados por la Dirección General de Recursos Humanos del SES, se ofertaban este año un total de 94 plazas, de las que finalmente se han ocupado 90. Las cuatro restantes han quedado vacantes por renuncia de los solicitantes y si bien en términos absolutos la cifra no resulta muy elevada, desde la Sociedad Extremeña de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfycex) muestran su preocupación por este hecho . 

«El abandono de plazas formativas de futuros especialistas en medicina siempre debe preocupar, más ante el claro déficit de especialistas», explica su presidenta, Carmen Galán. Según datos de la asociación, en términos relativos Extremadura es una de las comunidades donde más renuncias se han producido (4,25%) y la cifra duplica a la media nacional (2,41%).

Entre las causas, Galán cita el nuevo sistema telemático de adjudicación de plazas y también la falta de vocación, ya que las plazas de Medicina de Familia casi siempre se eligen al final o como segunda opción. A ello se suma la presión por la pandemia, que ha generado «un cansancio y desencanto enormes», asegura. 

El SES sostiene que las renuncias «entran dentro de la normalidad» y señala que en todo caso, los 90 profesionales incorporados suponen un aumento, dado que la oferta de plazas ha crecido un 35% en cuatro años.