La quinta ola de la pandemia deja hasta el momento 124 casos positivos de covid-19 en las residencias y cuatro fallecidos. Son datos que ayer ofreció el consejero de Sanidad, José María Vergeles, en su comparecencia semanal para analizar la evolución de la pandemia. «La mayoría están bien en líneas generales y son asintomáticos», dijo recordando que la situación actual no tiene nada que ver con la vivida en las olas anteriores.

 Por el momento no se prevén «circunstancias de aislamiento como en el pasado», pero sí se están tomando medidas para frenar la entrada del virus en los centros: cribados a los trabajadores cada 15 días y un protocolo de recomendaciones que ya está publicado para restringir las visitas a una hora al día y siempre con el mismo familiar.

Vergeles explicó que hay siete centros afectados con brotes en Badajoz, Don Benito, Jaraíz de la Vera, Madroñera, La Fragosa, Baños de Montemayor y Talarrubias. Después, en el parte diario remitido por la tarde se añadieron dos más: un nuevo foco en la residencia Caser de Badajoz con tres positivos y dos contactos y otro en la de San Martín de Trevejo con cinco casos y 15 contactos.

Los mayores institucionalizados han sido el colectivo más vulnerable ante la crisis sanitaria. En las residencias y centros de atención a la discapacidad se han dado en Extremadura más de 4.300 contagios desde el inicio de la pandemia, lo que supone el 25% del total de las personas que han pasado el virus y un tercio de los usuarios de estos centros. 

Las residencias coparon el 90% de las muertes de la primera ola y a día de hoy son casi 800 los fallecimientos que acumulan. Hasta notificarse los primeros casos este mes, los centros llevaban libres del virus desde comienzos de marzo. Actualmente, la incidencia ente los mayores de 85 años supera los 300 casos por cien mil habitantes.