Batacazo para el empleo autónomo en agosto. La subida del precio de la luz ha sido «la puntilla» para el cierre de más de 300 empresas en el último mes en Extremadura, que ha dado la vuelta a la tendencia positiva que se venía observando desde comienzos de año en la afiliación al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA). «El periodo estival provoca siempre un incremento de los activos, por eso sorprende tanto la disminución, teniendo en cuenta que estamos hablando de uno de los meses más potentes, económicamente, del año», explica el presidente de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (Upta), Eduardo Abad.

En estos momentos Extremadura cuenta con 80.739 afiliados en el RETA, frente a los 79.918 con los que se cerró el año. Desde entonces todos los meses se han ido experimentando subidas (el aumento global es de casi el 2%), pero agosto ha dado la vuelta a esa tendencia positiva: se aprecia una disminución de 344 en el número de afiliados, y se da la circunstancia de que todos corresponden a la provincia de Cáceres. De hecho, en Badajoz el comportamiento ha sido positivo y hay 36 afiliados más, frente a los 380 que pierde la provincia cacereña, que ha sido sin duda la más afectada por las restricciones para frenar la quinta ola de la pandemia. 

La presidenta de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) en Extremadura, Raquel de Prado, explica que los cambios en los niveles de alerta a consecuencia del covid (que a su vez conllevan restricciones), la falta de ayudas directas y en definitiva, «la incertidumbre» en la que viven los autónomos, son las causas que explican esta caída. «En agosto prácticamente todas las comunidades han perdido filiación. La subida de la luz puede ser la puntilla, pero la falta de actividad, la incertidumbre y la falta de funcionamiento de las ayudas es la base de la caída», afirma De Prado. 

Por sectores, el más perjudicado sería el pequeño comercio, para el que la subida del precio de la luz ha sido «la puntilla», según el presidente de Upta. Abad afirma que el 25% de los negocios que han echado el cierre en Extremadura eran comercios, uno de los más perjudicados por la subida del precio de la luz ya que sus horas de actividad laboral coinciden con los tramos más caros de la nueva factura eléctrica. 

Upta calcula que la energía supone ya el 30% de los costes fijos a los que tiene que hacer frente un pequeño negocio, «una auténtica losa que lastra su economía», explica Abad. Y pone un ejemplo: en agosto de 2020 un pequeño negocio que tuviera contratada una potencia eléctrica de entre 10 y 15 kilowatios tenía que pagar 600 euros al mes en la factura. Un año después, en agosto de 2021, necesita «1.100 euros al mes para cubrir el mismo gasto». 

También desde ATA cifran en más de 300 euros mensuales el sobrecoste que la subida de la luz ha supuesto para los autónomos. El colectivo reclama al Gobierno central que «pase a la acción» y aplique una rebaja en las tasas e impuestos para que los empresarios puedan pagar por lo que consumen y reducir el impacto económico del precio energético.

La "burbuja" de los falsos autónomos

Pero más allá de la caída de actividad económica y el aumento de los costes de producción, el presidente Upta, Eduardo Abad, apunta a otra posible causa que explica la reducción de afiliación en el mes de agosto. Se trata del estallido de la «burbuja» de los falsos autónomos en el sector del transporte y la construcción.

«Es un fenómeno que se da en todo el país y que en Extremadura se ha visto acentuado», explica. Un ‘falso autónomo’ es un trabajador por cuenta ajena que se ve obligado a darse de alta como autónomo por motivaciones de la empresa que le contrata. Sin embargo, este profesional sigue contando con todas las características que definirían a un asalariado. Esta figura aparece con el objetivo de que la empresa empleadora eluda ciertas responsabilidades con la Seguridad Social como el pago de impuestos, que recaen sobre la persona que se da de alta como autónomo. 

Según Abad, el comercio, el transporte y la construcción son sectores que «incomprensiblemente» han sufrido una pérdida de activos en el RETA durante agosto. Una caída que contrasta con la «subida desmesurada» de afiliación que habían experimentado en los últimos meses, sobre todo en el transporte y la construcción, y que a su juicio pone de manifiesto que se trataba de un aumento ficticio. «Es decir, estábamos sufriendo un boom del falso autónomo en gremios que están directamente ligados al empleo por cuenta ajena y no por cuenta propia», dice. 

Tradicionalmente la construcción y el transporte son menos productivos en cuanto al número de afiliados, pero no suelen experimentar destrucciones tan severas como la que se ha dado en esta ocasión, lo que pone de manifiesto, según el presidente de Upta, que la subida de los últimos meses era «artificial». «Se ha producido una atomización en estos sectores y las empresas ahora han decidido prescindir de ellos», concluye.