La sanidad es el servicio más necesario y esencial que prestan las comunidades y tras la irrupción de una pandemia que la ha colocado al borde del colapso en más de una ocasión, todo apunta que será la piedra angular del nuevo sistema de financiación autonómica. Ya lo ha dicho el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara: antes de sentarse a definir el modelo de financiación hay que decidir el sistema sanitario que se quiere tener en España. «Porque solo así, solo definiendo el sistema sanitario que queremos tener, podemos luego hablar de cómo lo financiamos», ha señalado ya esta semana. 

Y en Extremadura, el esfuerzo para mantenerlo es el más elevado del país. Según los datos del Ministerio de Sanidad, la región destina el 8,6% de su PIB a financiar la sanidad pública, frente al 3,7% de Madrid, la que menos esfuerzo realiza. La diferencia con la media nacional (5,6%) es de tres puntos y a esto se suma el hecho de que Extremadura es también una de las autonomías con mayor gasto per cápita: 1.682 euros, 196 más que la media nacional después de crecer más de un 6% (109 euros) en dos años.

El acercamiento a la distribución del gasto sanitario público entre las comunidades autónomas y la importancia que tiene el mismo dentro de cada una de las economías regionales se mide a través del indicador de gasto sanitario como porcentaje del PIB. Sin embargo, hay que tener en cuenta que los datos no solo se explican (como ocurre entre países) por diferencias entre niveles de renta sino también por solidaridad entre territorios, ya que la asignación de recursos entre las comunidades contempla mecanismos de nivelación que tratan de garantizar la equidad del sistema.

Extremadura, con un 8,6%, la Región de Murcia (7,6%) Asturias (7,6%) son las comunidades que presentan un porcentaje del gasto sanitario sobre el PIB más elevado. La Comunidad de Madrid con un 3,7%, Cataluña (4,9%) y Baleares (5,2%) están en el otro extremo.

El gasto sanitario público consolidado del sector supuso 69.744 millones de euros, lo que representa el 5,6% del PIB. El gasto per cápita medio fue de 1.486 euros por habitante. De acuerdo con los datos del año 2019 (últimos disponibles y publicados este año), un 44,7% del gasto sanitario público ha sido originado por tres comunidades autónomas: Cataluña, Andalucía y la Comunidad de Madrid, con 11.532, 10.658 y 8.962 millones de euros, respectivamente. La Rioja, Cantabria y Navarra son las del gasto más bajo, en valores absolutos.

En relación a su población, las comunidades con mayor gasto sanitario público son el País Vasco (1.873 euros por habitante), el Principado de Asturias (1.763 euros por habitante) y la Comunidad Foral de Navarra (1.694 euros por habitante). Las comunidades con menor gasto sanitario público son Andalucía (1.262 euros por habitante), la Comunidad de Madrid (1.340) y las Islas Baleares (1.475).

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Según Fernández Vara, este volumen de recursos no será suficiente para incorporar en los próximos años los nuevos medicamentos o la tecnología diagnóstica, y antes de reformar el sistema de financiación, aboga por contabilizarlo: al menos medio punto del PIB, que «es un dinero».

El covid ha supuesto un gasto extra de 211 millones en 2020 y se mantendrá en 2021

La pandemia de covid-19 ha supuesto para Extremadura un gasto sanitario extra de 211 millones de euros en 2020, una cifra que previsiblemente también se mantendrá en 2021. De hecho, solo en el primer semestre de este año, la inversión extra a causa de la pandemia ha sido de 70,2 millones de euros.

De la inversión extra practicada en 2020, más de 86 millones han ido a parar a nuevas contrataciones, otros 39 millones a la compra de materiales y servicios (limpieza, desinfección, lavandería, transporte, acondicionamiento de espacios, cambios de protocolo, derivaciones a clínicas...) y 9,6 millones a inversiones.