La idea inicial es que empezara a funcionar este mes de octubre, pero el retraso de los fondos pospone «al menos hasta enero» la puesta en marcha del programa experimental para escolarizar a niños de un año en los centros públicos. En algunos de los colegios seleccionados ya se han ejecutado las obras para acondicionar los espacios y la Junta dispone incluso de una bolsa con más de 4.300 técnicos de Educación Infantil inscritos para trabajar en estas nuevas aulas, pero el programa sigue pendiente de la aprobación del Ministerio de Educación y Formación Profesional. 

«Para su puesta en marcha se tienen que autorizar los fondos extraordinarios procedentes del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR) de la Unión Europea», indica ahora la Consejería de Educación. El retraso es llamativo teniendo en cuenta la premura con la que la Junta ha actuado pese a las críticas y el gran malestar que este programa ha generado entre algunos sindicatos docentes y especialmente, el sector de las guarderías privadas.

El primer borrador de la normativa se publicó en mayo, con la intención de que las aulas de un año se pudieran poner en marcha ya en este curso académico. En julio se inició el proceso para crear las bolsas de empleo de los técnicos que atenderán a estos alumnos, que se examinaron el pasado 4 de septiembre para establecer el orden de llamada. Y en algunos de los centros seleccionados para esta primera fase experimental (tres de los 12 que ya tienen implantadas aulas de dos años y disponen de espacio), se han ejecutado las obras. 

Frente a las críticas del sindicato CSIF, que apunta que las prisas de Educación han dado al «traste» con la iniciativa, el departamento que dirige Esther Gutiérrez asegura que en ningún caso ha renunciado a este programa, si bien reconoce que, a la espera de esa autorización de los fondos de la UE, «antes del próximo mes de enero no va a poder comenzar». 

Según el sindicato, el propio secretario general de Educación, Francisco Javier Amaya, ha remitido a los colegios afectados una carta informando del retraso en la implantación del programa. En una nota, CSIF explica que siempre ha sido partidario de la iniciativa, «pero con todas las garantías, tanto para los usuarios como para los trabajadores afectados». Por ello insiste en que lo mejor es su aplazamiento al curso 2022/2023, «hasta que esté estudiado en profundidad en lo que a las necesidades materiales, recursos humanos e infraestructuras se refiere». 

Estas nuevas aulas estarán a cargo de un técnico en Educación Infantil con una ratio máxima de 13 alumnos por clase, si bien cada centro deberá contar con un técnico por unidad más uno extra. Funcionarán de 7.30 a 15.30 horas con posibilidad de comedor «adaptado a las necesidades de la edad» y una asistencia mínima de 20 horas lectivas a la semana. Seguirán el calendario escolar del segundo ciclo de Infantil, con un periodo de adaptación de dos semanas al inicio del curso. La actividad y el currículum deberán cubrir las necesidades de alimentación, higiene, descanso, juego y comunicación afectiva.

2.100 nuevas plazas de 0 a 3 años

El programa experimental para escolarizar a los niños de un año se enmarca en la estrategia del Gobierno de dar un impulso al primer ciclo de Educación Infantil (0-3 años), la etapa más olvidada del sistema educativo español pese a su «carácter compensador» de las desigualdades y su alto impacto en los resultados académicos a lo largo de la vida. 

Así, la idea de la Consejería de Educación es llegar a crear 2.100 plazas gratuitas para niños de cero a tres años en los próximos cuatro cursos, con una inversión de 20,9 millones de euros. De ellas, 687 se pretendían ofertar en este año académico con una inversión prevista de 6,2 millones (39 nuevas aulas en 36 centros de 26 municipios), pero de momento las únicas de nueva creación han sido las 54 del colegio de Cerro Gordo de Badajoz (tres aulas para niños de dos años).

Según el borrador del decreto publicado, en Extremadura se crearán tres tipos de aulas para el primer ciclo de Infantil, en función de la edad del alumnado. Aulas 1, para niños de 1 año con una ratio máxima de 13 alumnos (el programa experimental que ahora se retrasa); Aulas 2, para niños de dos años con una ratio máxima de 18 alumnos (ya funcionan en 12 centros de la región con una alta demanda en la mayoría de los casos); Aulas Mixtas 1-2 con una ratio máxima de 13 alumnos, y Aulas 2-3, donde convivirán los niños de dos años con el primer curso de segundo ciclo de Infantil, con una ratio máxima de 18 alumnos.

Al margen de las guarderías, en estos momentos lo que hay sobre la mesa es una oferta de 234 plazas gratuitas para niños de dos años en los colegios públicos, de las que 200 están cubiertas en este curso. 

Según Educación, este nuevo esquema constituye «una innovación» tanto pedagógica como organizativa que justifica en tres razones fundamentales: facilitar la conciliación de las familias; un «mejor aprovechamiento» de los colegios en el contexto actual de caída de la natalidad, y «hacer efectivo el derecho a una educación temprana» para corregir las desigualdades y luchar contra el fracaso y abandono escolar.