«Alcanzar la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y niñas». Es uno de los Objetivos (el número cinco) de Desarrollo Sostenible aprobado por los Estados miembros de Naciones Unidas. Y es también uno de los compromisos adquiridos por la comunidad extremeño, que ha puesto en marcha este curso otra actuación más intentar alcanzar ese fin. Se trata de incorporar a todos los centros escolares de la comunidad el Plan de Igualdad de Género en el ámbito educativo (2020-2024), un documento general para fortalecer la pedagogía de la igualdad con el conjunto del alumnado, el profesorado, la familia y el entorno educativo, que se ha desarrollado tras un diagnóstico de la situación real en el que han participado más de 6.000 docentes, entre otros agentes. 

Este plan fija seis objetivos generales: implicar a la comunidad en la coeducación; facilitar al profesorado capacitación en igualdad de género; plasmar en el currículo los principios de igualdad; disminuir la discriminación horizontal del alumnado; equilibrar la presencia de mujeres y hombres en educación; y desarrollar la comisión de igualdad para la coordinación del plan. Y estos principios serán la base del documento que debe desarrollar ahora cada centro en función de su punto de partida inicial. «Los objetivos específicos serán definidos en cada uno de los centros de forma específica, en función de los resultados de la fase de diagnóstico, en la que se concretará la realidad sobre la que es necesario poner el foco de intervención en cada comunidad educativa», señala la instrucción de Educación que ya tienen los centros.

Se trata de un documento de obligado cumplimiento, cuya elaboración abarcará tres cursos académicos a partir del actual y que se incorporará a la programación general anual de cada centro. La previsión es que a lo largo de este curso los centros realicen un diagnóstico para conocer la situación de partida y comiencen la elaboración del plan. 

En concreto, la instrucción de Educación enviada a los colegios e institutos de la comunidad, contempla un calendario pormenorizado de trabajo. Así en este primer trimestre, los centros tienen dar a conocer el nombre de una persona responsable de la coordinación del plan de igualdad, así como la composición de la comisión específica que se encargará de planificar y evaluar las medidas que se pongan en marcha. Pero antes, y también en estos primeros tres meses de curso, los centros deberán recopilar información sobre diversos aspectos de la vida escolar: información desagregada por sexos de la composición del alumnado, el equipos directivo o el ampa, el uso del lenguaje sexista y de los espacios, un análisis del material didáctico y de situaciones de discriminación, violencia y no empoderamiento de la mujer. 

«Una vez recopilada la información, la comisión de igualdad la analizará y determinará unas conclusiones finales». En el segundo trimestre, y en función de los resultados obtenidos, se comenzará con la elaboración del plan propio con actuaciones concretas «tanto transversales como acciones específicas, y en el tercer y último trimestre de este curso, se procederá a la redacción final del plan y a su difusión. Ya será a partir del siguiente curso, el 2022-2023 cuando se iniciará su implementación «mediante la puesta en marcha de las medidas y acciones concretas.