Llevar un estilo de vida saludable se asocia habitualmente con una mejora de la salud psíquica y un estudio de la Universidad de Extremadura (UEx) acaba de demostrarlo. Investigadores de la universidad extremeña han analizado los beneficios a nivel psicológico de seguir un estilo de vida físicamente activo y una buena adherencia a la dieta mediterránea en un grupo de adolescentes. 

El estudio, publicado en la revista 'Physiology & Behavio'r, ha sido coordinado por el investigador Miguel Ángel Tapia, quien destaca que es primordial establecer programas que promuevan la actividad física y los buenos hábitos alimenticios, así como evitar el exceso de tiempo sedentario entre los jóvenes. 

Los resultados apuntan a que el estilo de vida tiene una relación directa con la insatisfacción corporal de muchos jóvenes, «entendida como los pensamientos negativos de una persona sobre su cuerpo», señala la UEx en una nota. «La preocupación por la discrepancia entre el tipo de cuerpo propio y el tipo de cuerpo ideal es particularmente importante, ya que puede tener consecuencias negativas para la salud física y psicosocial entre los niños y adolescentes», añade. 

Coordinado por el investigador Miguel Ángel Tapia, que pide programas para evitar el sedentarismo

Así, aquellos adolescentes que tienen un estilo de vida físicamente activo, que pasan poco tiempo sedentario y además tienen una buena adherencia a la dieta mediterránea se sienten más satisfechos con su imagen corporal, según Tapia. 

Además, este estudio ha mostrado que el nivel de grasa corporal y la aptitud física tienen un papel mediador en la relación entre estilo de vida saludable e insatisfacción en adolescentes. 

La investigación ha contado con la participación de 2.216 adolescentes, de entre 12 a 16 años, pertenecientes a 23 centros de Secundaria de Extremadura. A los jóvenes participantes se les ha registrado los niveles de actividad física, el tiempo de pantalla, la adherencia a la dieta mediterránea, el tiempo de sueño y mediciones a nivel corporal. Asimismo, Tapia detalla que también se ha pesado y medido a los estudiantes que han realizado, además, una serie de test de condición física como la prueba de test de ida y vuelta, pruebas de velocidad, mediciones de fuerza y resistencia. Junto a ello, los jóvenes han completado un formulario de insatisfacción.